El miércoles por la noche en el Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja se vivió un espectáculo esperpéntico. Andreu Roig, alcalde accidental por la baja de Toni Marí «Carraca», convocó un Pleno Extraordinario para aprobar una modificación de crédito para comprar una parcela en Sant Miquel.
Deseamos una pronta recuperación del alcalde, que no presidió el pleno municipal por primera vez en un cuarto de siglo. Sin embargo, resulta incomprensible que no se haya convocado un Pleno Ordinario para que el equipo de gobierno llevara su propuesta y a la vez para dar la posibilidad a la oposición de llevar mociones y preguntas, visto que este año solo se han convocado dos de los seis Plenos Ordinarios obligatorios por ley, coartando así gravemente los derechos y las funciones de la oposición.
Sin embargo, esto no fue lo peor, porque el contenido de esa modificación de crédito es tan delirante que resulta esperpéntica: la parcela que se pretende comprar por parte del Ayuntamiento, situada al lado de la escalera que sube del centro médico hacia la iglesia, fue declarada hace cinco años como zona verde pública por las normas subsidiarias municipales aprobadas por este mismo equipo de gobierno del PP. Y como tal zona verde pública, es de obligada expropiación por parte del Ayuntamiento, tal y como manda la ley balear de urbanismo.
Pues bien, el Ayuntamiento afirma ahora haber alcanzado un preacuerdo con la propiedad para comprarlo por 920.000 €, razón por la cual se ha llevado a un Pleno Extraordinario una modificación de crédito por esa cantidad.
En cinco años, el equipo de gobierno del PP de Sant Joan no ha respetado la ley que les obligaba a expropiar esa parcela para destinarla a lo que sus propias normas subsidiarias definen como zona verde pública. Y ahora hacen una reserva de dinero público de casi un millón de euros porque así lo pide el propietario de un terreno que por ley pertenece ya virtualmente al Ayuntamiento, por ser de obligada expropiación, y que obviamente no tiene apenas valor de mercado porque no es construible y está pendiente de expropiación obligatoria. Ni siquiera se ha hecho una tasación por parte de un técnico.
Un millón de euros reservados para comprar lo que la ley dice que el Ayuntamiento podría tener casi gratis. Y todo entre los habituales lamentos de que el municipio tiene pocos recursos y desde luego muy poco para servicios sociales o para ayudar la gente a llegar a fin de mes o a pagar los alquileres abusivos que padecemos.
Evidentemente este despropósito lo han aprobado con el voto en contra de Unidas Podemos. Siempre nos tendrán por delante para impedirles que regalen dinero público a particulares y para que cumplan las leyes.
Este equipo de gobierno agonizante, en plena decadencia, paralizado en la gestión porque está enzarzado en una lucha interna por el poder, ha dejado claras sus prioridades: pleno extraordinario para reservar un millón para un particular, y mercadillo cerrado, nueva depuradora de Portinatx bloqueada, cero ayudas sociales extraordinarias y cero ayudas para el alquiler, cero suelo para vivienda social, cero carriles bici. Un cambio es más que nunca necesario para que Sant Joan tenga un gobierno del siglo XXI, transparente, moderno, ilusionante, formado por personas con dedicación completa a los asuntos del municipio. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y el PP de Sant Joan las encara en su peor momento en décadas.
Gianandrea Di Terlizzi
Concejal en Sant Joan y candidato de Podemos a la Presidencia del Consell d’Eivissa