Pablo Sierra del Sol / Las elecciones insulares y municipales están a la vuelta de la esquina. El domingo 28 de mayo los ciudadanos de Ibiza con derecho a voto –unos 90 mil en 2019, se abstuvo casi la mitad– podrán meter de nuevo la papeleta en la urna. Faltan cincos meses exactos, un plazo que en política es un suspiro y, a la vez, tiempo suficiente para que ocurran muchísimas cosas. Casi todo está por escribir mientras se eligen o confirman candidatos, se cierran listas electorales, se inauguran infraestructuras de última hora y se van lanzando globos sonda en forma de promesas para ver cómo respiran los votantes.
¿Cómo se está preparando cada partido de cara a unas elecciones donde la derecha quiere recuperar todo lo que perdió en 2015 y la izquierda resistir en sus feudos frente a los malos pronósticos que auguran las encuestas a nivel estatal? En este análisis, municipio a municipio, lo desgranamos.
Dos de los políticos ibicencos que más poder han acumulado en las últimas décadas chocarán en la urna del Consell d’Eivissa. Por un lado, el actual presidente, alguien que puede presumir de haber ganado cuatro elecciones consecutivas (tres en el Ayuntamiento de Santa Eulària, la última a nivel insular). Por otro, un veterano de la política local que aspira a poner el broche a su trayectoria presidiendo una institución donde ya fue conseller de Turisme hace más de veinte años. Vicent Marí –aunque no haya sido refrendado oficialmente– y Josep Marí Ribas Agustinet encabezarán las listas de Partido Popular y PSOE.
De estas dos formaciones han salido todos los presidentes que ha tenido el Consell ibicenco, con la excepción de Pilar Costa, que alcanzó el poder en 1999 como independiente al liderar una candidatura de socialistas y otros grupos de izquierda y ecologistas. Marí pone a prueba el trabajo realizado durante los últimos cuatro años. La legislatura ha estado muy marcada por la pandemia. No ha habido proyectos faraónicos y el equipo de gobierno formado por PP y Ciudadanos prefirió dar apoyo públicamente a la mayoría de restricciones y políticas que se aplicaron desde Madrid y Palma –donde mandaba el PSOE– para contener los contagios. El actual presidente personificó esa actitud en diversos momentos, pero ahora tendrá que vérselas con un rival con, a priori, bastante más peso electoral que el candidato socialista al que derrotó en 2019, Vicent Torres.
Agustinet aterriza en el Consell después de unos años en los que ha basculado entre Sant Josep y Palma. En 2019 empezó su segundo mandato consecutivo como alcalde josepí, meses después alcanzó la secretaría general de la Federació Socialista d’Eivissa y en febrero de 2021 dimitió para convertirse en el conseller de Mobilitat i Habitatge del ejecutivo de Francina Armengol. Atrás quedaba una larga trayectoria en el ayuntamiento de su municipio –entró como concejal, en la oposición, en 1983 y hasta 2007 no alcanzó la alcaldía– para ocupar un puesto donde, además de gestionar, ha podido tener mucha presencia mediática. Su destino estaba claro: sería el oponente que intentaría arrebatarle a Vicent Marí el sillón presidencial. Para ello, deberá seguir recuperando los votos que le quitó Podemos en 2015 y, además, frenar la resurrección del PP: después del batacazo de hace ocho años, los conservadores rozaron el 40 por ciento de los sufragios en las últimas elecciones.
Unidas Podemos y VOX, si nos atenemos a la tendencia a nivel nacional, podrían ser las otras dos candidaturas que podrían ocupar alguno de los trece asientos de conseller que se pondrán en juego. La coalición de izquierdas presentará, siempre que haya quórum, a Gianandrea di Terlizzi. Quien fuera director insular de Mobilitat hace dos legislaturas intentará mantener los dos representantes con los que cuenta actualmente su formación, que ya sufrió una importante caída de casi 3 mil votos en 2019. Peor le fueron las cosas entonces a VOX. El partido de ultraderecha superó por poco el 4 por ciento del voto y se quedó muy lejos de entrar en el Consell. Si lo lograra el próximo mayo podría condicionar la gobernabilidad de la institución, pactando con el PP en caso de que sea la lista más votada o restándole representación al arañar su electorado tradicional. En los últimos comicios ocurrió lo propio con Ciudadanos: la irrupción de los liberales obligó a un pacto, inédito, de derechas. Javier Torres volverá a presentarse como cabeza de la lista naranja. A su favor tratará de presentar la gestión que su partido ha realizado en la Conselleria de Mobilitat, donde considera que ha mejorado los servicios de bus y taxis, pero tendrá que superar la pesada losa de representar a una marca política en caída libre desde que Albert Rivera abandonó Ciudadanos tras el batacazo de las Elecciones Generales de noviembre de 2019.
La nota bizarra, de momento, la ha puesto la reunión que mantuvo la dirección de El PI con Marta Díaz. Tras divorciarse del sector político que lidera Toni Roldán –antes como Más Eivissa, ahora bajo la marca Per Balears–, el partido regionalista, surgido de las cenizas de Unió Mallorquina y de sectores críticos del PP, no renuncia a implantarse de una forma real en Ibiza. Esa es la intención que anuncian desde la cúpula. Hasta ahora están confinados en Sant Antoni, donde se aliaron con Es Nou Partit y cuentan solamente con un concejal. En El PI saben que necesitan una palanca que les impulse electoralmente para entrar en el Consell después de dos intentos fallidos. Al parecer, en un primer momento los dirigentes regionalistas valoraron estudiar la opción de incluir a Díaz en una hipotética lista electoral. El teórico tirón que tiene la ex dirigente del PSOE entre un determinado núcleo de votantes podría ser el motivo. Díaz ha permanecido como consellera sin partido desde que cayó en desgracia dentro de su anterior partido al ser investigada por Anticorrupción debido a los gastos que cargó a la institución cuando fue vicepresidenta entre 2015 y 2019. Dos días después del encuentro entre Marta Díaz y Tolo Gili, presidente de El PI, Lucía Ribas, responsable de la formación autonomista en Ibiza, desmintió que hubiera interés por incorporar a la antigua socialista en una candidatura.
Vila
El PSOE gobierna Vila desde 2015 con el apoyo de Podemos. Perdido el Consell hace cuatro años, la capital de la isla es el principal bastión del partido del puño y la rosa. Rafa Ruiz intentará ser el primer alcalde en enlazar tres mandatos completos en el Ayuntamiento de Vila. Desde las elecciones de 1979, las primeras municipales de esta etapa democrática, ningún político ha conseguido estar tanto tiempo en el poder en esta administración. En 2007, Xico Tarrés prefirió medirse y derrotar al popular Pere Palau en las elecciones del Consell que presentarse a su tercera reelección. Aferró la vara de mando en 1999 al vencer a Enrique Fajarnés, que llevaba diez años en la alcaldía pero solamente se había impuesto en dos comicios: en 1989, una moción de censura entre su partido, el PP, y el extinto Centro Democrático y Social le había permitido desbancar al socialista Enric Mayans.
Al estar en el poder, Ruiz podía ser candidato de nuevo sin necesidad de primarias. El candidato socialista intentará esquivar el desgaste acumulado después de casi ocho años gobernando, evidente en las quejas que despierta la falta de limpieza de la ciudad o la manera de gestionar la cesión en exclusiva del Estadio Municipal de Can Misses a la Unión Deportiva Ibiza. Como baza principal presentará las importantes reformas que se han realizado en el centro de la ciudad: las obras de Isidor Macabich, que han despertado protestas de comerciantes y vecinos durante los últimos meses, deberían estar acabadas entre febrero y marzo, según explican desde el mismo equipo de gobierno. Entonces es posible que se hayan hecho públicos los nombres de las personas que lo acompañarán en la lista electoral: la Federació Socialista d’Eivissa iniciará el proceso después del Día de Reyes. Su principal oponente en las urnas no será José Vicente Marí Bosó, el político que durante unas horas creyó haber ganado las elecciones de 2019.
El presidente del Partido Popular ibicenco no podrá desquitarse de ese mal trago –el PSOE detectó errores en el recuento y, rápidamente, impugnó los resultados de once mesas electorales: al contar de nuevo las papeletas los resultados cambiaron y los socialistas se convirtieron en la lista más votada– pese a que en junio dijo públicamente que le gustaría repetir como candidato en un medio local: “Si mis compañeros no me echan me gustaría que me dieran confianza para poder gobernar Vila”. Meses después, sin embargo, renunció a esta aspiración. Fuentes del PP aseguran que Marí Bosó no irá en ninguna lista electoral municipal o insular. Su destino podrían seguir siendo las Cortes (es senador por designación autonómica desde 2020) o el Parlament (fue conseller d’Economia entre 2013 y 2015 en el Govern presidido por José Ramón Bauzá). La renuncia de quien ha sido líder de la oposición en Vila durante los últimos años sirvió para dejar vía libre al candidato que ha votado la junta del PP en la capital: Rafa Triguero. Antiguo presidente de Nuevas Generaciones en la isla, Triguero llevaba alejado de la primera línea desde que fue conseller insular d’Esports en la legislatura 2011-2015. A sus cuarenta y un años –tres menos que Ruiz, once más joven que Marí Bosó– buscará ser el candidato que ilusione a los votantes conservadores, que no ven a un político de derechas en el sillón de la alcaldía desde la primavera de 2015. Acababa entonces el mandato de las tres alcaldesas (Marienna Sánchez-Jáuregui, Pilar Marí y Virginia Marí), un período caótico que ha pasado factura al PP.
Triguero tendrá que batallar con dos competencias en su espectro ideológico, una, en el centroderecha, claramente a la baja y otra que, de momento, resulta una incógnita pero que podría quitarle votos entre su electorado más extremista. José Luis Rodríguez repetirá como candidato de Ciudadanos con el objetivo de salvar los muebles. La formación naranja, un partido en descomposición a nivel nacional, intentará conservar al menos uno de los dos concejales con los que cuenta en el Ayuntamiento de Vila. El cabeza de lista de VOX es una incógnita: el partido de ultraderecha empezará a anunciar sus candidaturas después de Navidad. En 2019 superó el 5 por ciento de los votos y no anduvo lejos de obtener representación. Ahora, pese a las divisiones internas a nivel estatal, VOX podría conseguirlo (y ser llave de gobierno) gracias, también, a que el aumento de población de la capital ampliará de veintiuno a veinticinco el número de concejales.
Otras dos formaciones que se quedaron fuera de Can Botino en las últimas elecciones se agarran a esa posibilidad. Toni Roldán volverá a encabezar previsiblemente una lista electoral. En este caso, la de Per Balears, el partido que impulsó hace un año junto a otros críticos de Proposta per les Illes (que también tiene intención de armar una candidatura en Vila) tras haber perdido el congreso en el que intentó presidir la formación regionalista. Allí había integrado Más Eivissa, el partido insularista que creó tras ser expulsado del PSOE hace una década. A esa marca el recuento erróneo de 2019 le dio dos concejales cuando, realmente, no había sacado ninguno. Algo parecido le ocurrió a Ara Eivissa, que tras creer que Joan Ribas seguiría como concejal, desapareció de un ayuntamiento donde había gobernado durante cuatro años en coalición con el PSOE gracias a la candidatura que, entonces Guanyem, montó con Podemos en 2015. La alianza de Esquerra Republicana y otros insularistas de izquierdas podría reeditarse. Ninguna de las dos partes la descarta, aunque no ha habido conversaciones formales. Desde Ara Eivissa indican que cualquier alianza que implique “la defensa del territorio y de las señas de identidad de isla” puede estudiarse. El resultado de los podemitas se antoja clave para que un pacto progresista pueda repetir en Vila por tercera vez. De los cuatro asientos conseguidos hace ocho años pasaron a dos en el último mandato, donde han gestionado áreas como Movilidad o Igualdad. Por eso, en la dirección insular de Podemos hay, como mínimo, predisposición a considerar un posible pacto con Ara Eivissa y a encajar a sus candidatos en una lista conjunta, como ya tendrán que hacer con Esquerra Unida en los cinco municipios, el Consell y la candidatura al Parlament. De momento, la elegida por Podemos para liderar su lista en los comicios del próximo mayo es Guadalupe Nauda, concejala de Bienestar Animal y Vivienda en el Ayuntamiento de Sant Josep.
El efecto sobre los votantes de izquierdas que tenga Sumar, la plataforma que debería convertirse en la candidatura de Yolanda Díaz de cara a las Elecciones Generales, está aún por calibrar. Podría ser a favor o en contra, dependiendo de en qué punto se encuentren las relaciones entre la ministra de Trabajo, afiliada al Partido Comunista de España y ex militante de Izquierda Unida, y la dirección estatal del partido que dirige Ione Belarra desde la marcha de Pablo Iglesias, en la primavera de 2021.
Santa Eulària y Sant Antoni
En el resto de municipios solamente el Partido Popular ha anunciado sus candidatos. Carmen Ferrer buscará la relación alargando la tradición de mayorías absolutas de la formación conservadora en Santa Eulària des Riu. Desde 1979, los tres alcaldes que ha tenido el municipio (Vicent Guasch y Vicent Marí fueron los dos primeros) han sido populares. El PSOE, que se quedó en los últimos comicios a 3.200 papeletas de distancia de un PP que superó el 50 por ciento de los votos, cambiará de candidato. Tras los dos batacazos cosechados por Vicent Torres Benet, Ramón Roca –director general de Modernització i Administració Digital– es el único afiliado entre los socialistas santaeularienses que dio el paso y presentó una precandidatura que será confirmada esta semana por Ferraz. En la misma situación se encuentra Antonio Lorenzo. El secretario general del PSOE sanantoniense será el candidato en Portmany. Sucederá a Simón Planells para enfrentarse a Marcos Serra. El alcalde de Sant Antoni volverá a ser el cabeza de lista del PP en unas elecciones que se presumen tensas después de que el pacto de gobierno que mantenía con Ciudadanos y El PI haya saltado por los aires y haya dejado en el limbo, de momento, el presupuesto para 2023.
Unidas Podemos y Ciudadanos cambiarán sus candidatos en Sant Antoni y Santa Eulària. La coalición de izquierdas presentará a Angie Roselló (actualmente concejala en la oposición) y Álvaro de la Fuente (sin experiencia en las instituciones). Ciudadanos concurrirá con Olivia del Cura, su secretaria de organización a nivel insular, en el municipio portmanyí y todavía debe designar candidato para la Villa del Río. Tanto VOX, como El PI –donde repetirá Joan Torres como número uno en Sant Antoni, donde ha sido protagonista principal en la ruptura de la coalición de gobierno– y Per Balears tienen previsto conformar una candidatura en estos dos municipios y en Sant Josep de sa Talaia.
Sant Josep
Allí la pugna será entre Ángel Luis Guerrero y Vicent Roig. El actual alcalde, socialista, ha preferido pasar por el proceso de primarias pese a que podía refrendar su candidatura de forma unipersonal. Al no haber sido cabeza de lista en las elecciones de 2019 –donde ocupó el número 3 por debajo de Agustinet y Ana Ribas– buscaba el espaldarazo de sus compañeros de agrupación, explican desde la Federació Socialista d’Eivissa. El PSOE gobierna en Sant Josep de forma casi ininterrumpida desde 2007. Solamente una moción de censura los desalojó de finales de 2011 hasta las elecciones de 2015. Roig, secretario general de los populares y conseller insular de Gestió Ambiental en la última legislatura, intentará voltear la tortilla. Su designación busca el impulso que le ha faltado al PP tras fracasar en los dos últimos comicios encabezado por Javier Marí. A los populares les ha perjudicado mucho en las últimas contiendas electorales los votos –y concejales– que suma Alternativa Insular, en su momento, una escisión surgida de la propia junta local del partido. Bárbara Manzano intentará de conquistar el mismo objetivo como candidata de Per Balears restándole fuerza al PSOE, el partido con el que llegó a ser tenienta de alcalde: en 2019 no lo logró por apenas medio centenar de votos.
Podemos, socio de los socialistas en el último mandato, presentará a Mónica Fernández, actual concejala de Medi Ambient. Es una incógnita saber qué pasará con Pere Ribas, militante de Esquerra Unida, concejal histórico, número uno en la lista de izquierdas en 2019 y un político con mucho tirón electoral en su parroquia, Sant Jordi de ses Salines. Por su parte, Ciudadanos cambiará de candidato: a principios del próximo año se decidirá el nombre que sustituirá a Daniel Becerra, que no repetirá. El partido naranja intentará conservar la representación en el ayuntamiento más atomizado y plural de la isla: dos formaciones tan antagónicas como ARA Eivissa y VOX consiguieron en Sant Josep el único concejal que lograron en 2019.
Sant Joan
El municipio menos agitado electoralmente en los últimos veinticinco años podría dar mucho que hablar en las próximas municipales. Toni Marí Carraca cederá el bastón de mando después de seis mandatos. ¿A quién? Parece difícil de prever. La sombra de Carraca podría ser demasiado alargada. Gracias a su liderazgo, el PP enlazó mayoría absoluta tras mayoría absoluta. Algunas realmente aplastantes: los populares llegaron a tener doce de los trece concejales del pleno entre 2011 y 2015. Su sucesión no ha sido pacífica: Santi Marí, considerado como el delfín del alcalde eterno, cayó derrotado en la votación de una junta local que aupó a Tania Marí, también concejala y diputada en el Parlament desde 2015, como candidata a la alcaldía.
Así el PP intenta frenar las voces críticas con el actual director insular de Benestar Social, que no goza de simpatías en Sant Miquel de Balansat. Desde la parroquia más poblada del municipio se ha impulsado, precisamente, la candidatura que puede quebrar la hegemonía popular. Sa Veu des Poble. Así han bautizado a la futura lista electoral que integrará un grupo de vecinos críticos. Algunos de ellos son ex militantes (y ex concejales) socialistas y, sobre todo, del PP, donde figuran antiguos colaboradores del alcalde saliente. Ciudadanos se ha sumado a esta plataforma, que ha encontrado afinidades en las cuatro parroquias del término menos poblado de la isla. El presidente del partido naranja, Javier Torres, la encabezará para acabar con “la parálisis institucional a la que han llevado a Sant Josep después de muchos años de gobiernos de mayoría absoluta del PP”. La disputa de Torres, que hará doblete con el Consell, y Tania Marí parece servida después de dos décadas y media de monopolio popular.
Queda por ver qué efecto tendrá la irrupción de esta candidatura municipalista en los resultados de PSOE y Podemos, los otros dos partidos con representación en Sant Joan. La formación morada suplirá el salto al Consell de Di Terlizzi con Mireia Aniorte. El Partido Socialista confeccionará su lista electoral a partir de enero. Pep Torres Peret no repetirá como número uno. Al ser un municipio con menos de 20 mil habitantes, los estatutos del partido no obligan a celebrar primarias. Es la única lista socialista de las próximas elecciones municipales e insulares (resta por ver qué ocurrirá en las autonómicas) que podría estar liderada por una mujer.
Lo más decepcionante para los que queríamos quitarnos de encima a Rafa Ruiz es que el PP presenta o un candidato todavía más inútil que lo que tenemos ahora, Da la sensación que al PP no se interesa para nada la alcaldía del ayuntamiento de Vila. Dudo mucho que no tuvieran algún candidato mejor que Rafa Triguero. Mientras tanto Rafa Ruiz ya se está frotando las manos mientras muchos de los que queríamos un cambio nos estamos lamentando.
todos unos ladrones
Crec que hi ha un error en la Informació de Sant Josep: en Pere Ribas no és d’Esquerra Republicana sinó d’Esquerra Unida.