@Noudiari/ Oceana ha grabado las primeras imágenes que existen del escarpe o cornisa submarina de Emile Baudot, situado en una zona al sur de Baleares que la organización de conservación marina propone incorporar al Parque Nacional de Cabrera. La Expedición Oceana Ranger 2013 ha filmado hasta 1.000 metros de profundidad. En los vídeos se aprecian grandes desniveles rocosos fuertemente cubiertos por sedimentos creando paisajes de gran belleza y albergando tanto fauna pelágica como de grandes fondos marinos.
En la parte más superficial, delfines, peces espada y mantas rayas pueden ser observados saltando fuera del agua, mientras que en los fondos se suceden distintas comunidades: desde zonas de cuevas en la parte menos profunda –donde se encuentran meros grises y erizos puercoespín–, pasando por extensos campos de braquiópodos y crinoideos en fondos detríticos, hasta llegar a las zonas más profundas en las que las ostras gigantes se agolpan bajo los salientes rocosos.
Oceana solo ha podido observar una pequeña parte del escarpe, ya que este supera los 3.000 metros de profundidad y se extiende a lo largo de 300 kilómetros, pero ha comprobado su gran diversidad.
Peces diablo, tiburones quelvachos y muchas especies de interés comercial
Peces diablo, víbora y linternas, colas de rata, notacantos, tiburones quelvachos y diversas especies de interés comercial como merluzas, bacaladillas, brótolas, gallinetas, chanquetes o gallos comparten nicho con cigalas, camarones, gambas rojas, langostas, cangrejos reales, centollas de profundidad, y calamares, así como equinodermos (holoturias, estrellas cojín, erizos lápiz) o plumas de mar.
Los muestreos se han realizado al sur del Parque Nacional de Cabrera para aportar información sobre la riqueza biológica de la zona e impulsar su ampliación. No obstante, las inmersiones han ido más lejos, llegando hasta los conos volcánicos donde el escarpe se une a la montaña de Emile Baudot, lugar en el que se han descubierto diferentes especies de esponjas cristal, bosques de gorgonias, antiguos arrecifes de coral, esponjas chupa-chups, peces trípode y pámpanos devoradores de medusas.
Un lugar único dañado por los residuos humanos
“Aún queda mucho trabajo por hacer como analizar las muestras y revisar las filmaciones y, pese a lo interesante de la experiencia, volvemos con un sentimiento agridulce. Por una parte hemos observado lugares únicos, pero también hemos constatado lo lejos que llegan los daños humanos. Los fondos del escarpe de Emile Baudot acumulan una importante cantidad de residuos que, en su mayoría, han llegado allí arrastrados desde las islas o vertidos desde barcos”, señala Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana en Europa.
Bolsas de plástico, latas, bidones, cabos, sedales y demás restos se concentran en fondos de más de 700 metros de profundidad sobre algunas zonas del escarpe más aplaceradas. Esto también ocurre en superficie, donde continuamente se observan plásticos a la deriva, no pasando un minuto en que no haya alguna basura flotante a la vista.
La Ley de Parques Nacionales incluye los escarpes como uno de los sistemas naturales marinos que debe estar representado en la red de espacios protegidos. Por esta razón, Oceana pide al Gobierno español la inclusión del escarpe de Emile Baudot en esta red. La presencia de especies protegidas, como las mantas raya, los erizos puercoespín o la caracola picuda -o burcio- demuestran la importancia de este lugar.