Centenares y centenares de personas han recibido el 2023 dándose un chapuzón en ses Salines. Desde hace 12 años, la familia holandesa Hamersma, propietaria de la empresa de vinos Vino&Co Ibiza, convoca a todo el que quiera a darse un baño para, posteriormente, disfrutar de un picoteo en esta emblemática playa de Sant Josep de sa Talaia. Después de dos años sin poder disfrutar en condiciones de esta tradición debido a la covid-19, los Hamersma han retomado el evento.
Ha sido a las 12.00 horas cuando ha tenido lugar el primero de los tres baños grupales (había programado otro a las 13.00 y un tercero a las 14.00 horas). En la primera tanda, había más de 1.500 personas congregadas en la playa y Rosa Hamersma, hija de los propietarios de la empresa de vinos mencionada, ha dado la cuenta atrás con un megáfono desde dentro del mar. Al llegar al cero, centenares de personas se han lanzado al mar entre gritos, chapoteando y dando la bienvenida al 2023 alegremente. Los más rezagados se han quedado en la orilla tomando muchas fotografías y vídeos de los familiares o amigos que sí se han atrevido. A lo largo del día, han sido miles quienes han pasado por ses Salines.
A la cita han acudido residentes (principalmente extranjeros europeos que viven en la isla), familias, parejas, grupos de amigos, turistas y, en definitiva, gente de diferentes perfiles y edades, muchos de ellos acompañados de sus mascotas. La mayoría eran holandeses, pero cada vez hay más variedad de nacionalidades entre los valientes que se atreven a meterse en el mar el día 1 de enero.
Dos de los participantes han sido José Antonio Ramis y Montse Serra, quienes hace ya unos cuatro años acudieron por primera vez a esta cita. «No he entrado del todo, pero he estado tanteando un poco por aquí y la primera impresión es que el agua no está muy fría», comentaba Ramis esta mañana, con el bañador ya puesto, minutos antes de meterse del todo en el agua. Señala que la primera ocasión en la que vino a ses Salines para darse un baño el 1 de enero, no sabía que se toparía con un evento de tal calibre: «Hace cuatro años vine a bañarme y me encontré con todo lo que había montado». «Llevábamos el bañador, pero no sabíamos que estuviese todo tan organizado», añade ella. Así, estos ibicencos repiten como participantes.
Serra, por su parte, ha preferido quedarse en la arena: «A mí no me apetece tanto bañarme. Él ya lo ha hecho alguna vez y sin tener tan buen tiempo como este año». Así, apenas unos instantes más tarde de su conversación con NouDiari, ella ha sido una de las personas que ha registrado con el móvil el baño de las doce.
Ambos han venido a ses Salines acompañados de su perrita ‘Bela’.
Esta pareja de ibicencos no ha traído aperitivos para el picoteo organizado por Vino&Co, porque después del baño de ses Salines, tocaba comida familiar y Ramis tenía que trabajar este domingo. Pero antes han querido pasar por esta playa para recibir el año de esta manera tan peculiar.
Los fieles a la convocatoria
También han acudido a este primer baño Javier Ramírez y Marta Fernández, un matrimonio de Ibiza que hace más de 10 años que pasa esta mañana en ses Salines, es decir, desde que tiene lugar esta convocatoria. También han venido acompañados por su mascota.
«Yo me suelo bañar siempre y parece que este año el agua está menos fría, aunque normalmente siempre suele hacer buen tiempo», comentaba Ramírez pasadas las 11.30 horas, poco antes del chapuzón. En este caso, Marta Fernández también se ha quedado en la arena para grabarlo todo. Ella señala que «cada vez vienen más españoles» y coincide con su marido en que este 1 de enero el evento ha tenido muy buena acogida, ya que ha sido todo un éxito de asistencia.
Los asistentes estaban llamados a traer algo de picoteo (y así lo han hecho varios de ellos) para ponerlo en una mesa que los Hamersma han colocado en la playa para servir un poco de comida a bañistas y acompañantes. Por su parte, esta familia de holandeses afincada en la isla invitaba hoy al vino, por lo que se ha encargado de traer muchas botellas. Además, el padre, Jeroen Hamersma, había elaborado unos 120 crepes holandeses para la ocasión, detalla su hija Rosa.
Alrededor de las 11.00 horas ya había decenas de personas en la playa y se notaba cierto movimiento. Ha sido media hora después cuando el parking registraba un ajetreo considerable y ses Salines ha comenzado a llenarse de gente. Ya hacia las 12.30 horas, había cola de coches para entrar en el aparcamiento de la playa, debido al segundo baño colectivo, el de las 13.00 horas, pensado para los que a las doce todavía estaban demasiado resacosos.
Un agradecimiento a Ibiza
Rosa Hamersma, de la familia holandesa que se encarga de la organización, celebra que este año ha habido muchas personas en la playa: «En 2020 hubo también más de 1.500 personas, pero obviamente los dos últimos años no hemos convocado. Ahora muchísima gente tenía ganas de volver, porque esto realmente se ha convertido en una tradición ibicenca y cada vez se unen más personas. Viene gente desde el extranjero a la isla un día antes porque quieren formar parte de esto». En este sentido, la entrevistada destaca que hay bañistas de diferentes perfiles y que, al fin y al cabo, esta gran reunión se trata de una manera de «dar las gracias a la isla, a los clientes de Vino&Co Ibiza» y a los amigos de esta familia para empezar el 2023 de la mejor manera posible. «Para nosotros esto es una manera de hacer comunidad», añade Rosa Hamersma en su conversación con este diario, después de salir del agua.
Una de las amigas de los Hamersma es Anneke Van Staveren, una holandesa que vive en Ibiza desde hace 22 años. Ella, que viene todos los años a ses Salines para celebrar Año Nuevo, recuerda cómo era en sus inicios este baño y cómo ha ido evolucionando: «Al principio éramos solo 30 personas y ahora, con los años, ha crecido mucho [el número de participantes]. Y entonces éramos todo holandeses, ahora hay más de todo». La entrevistada expresa, después de salir del mar, que es muy agradable poder bañarse en enero en Ibiza, no como en su país de origen, donde «el agua está a siete grados» y donde, sin embargo, es tradición recibir el año de esta manera.
Cabe recordar que, como de costumbre, este encuentro tiene un carácter benéfico. Este año se han estado vendiendo camisetas en la playa por un precio de 10 euros. El 50% de lo que se haya recaudado con su venta irá destinado a la ONG Proyecto Juntos, que se dedica a acompañar a los niños hospitalizados, a sus familias y al personal que los atiende en Ibiza.
Después del baño, había opiniones de todos los colores. Mientras que algunos ibicencos comentaban el frío que tenían, otros participantes, sobre todo quienes son de otros países, acostumbrados al frío del norte de Europa, expresaban lo buena que estaba el agua y ni siquiera se tapaban con la toalla al regresar a la arena. En todo caso, la alegría ha marcado esta convocatoria con la que muchos han querido comenzar el 2023.
Por que la mayoria de holandeses que pululan por Eivissa se piensan que pueden hacer lo que les da la gana? Con qué autorización contaban para el «evento»? Con qué licencia de actividad? Con qué permiso de red natura 2000 o de medio ambiente para hacer esto en el parque natural? Es que es alucinante…una cosa es quedar para bañarte…y otra organizar un evento, alcohol, propaganda, residuos, etc en pleno parque. Eso en Holanda no tienen narices a hacerlo…aquí nos vem como los españolitos tontitos…
No te diré que no, mi impresión también es que se les ha ido de las manos.
Espero que al menos lo hayan dejado todo como estaba.
Estos eventos son gratuitos y nadie cobra ni gana ningún tipo de emolumento. La playa , que hay que decir que és de todos nosotros.por igual, y que se limpia antes y después del evento, puedo afirmarlo porque no solo he sido testigo de ello sino que je participado.
No se donde ves el problema José, pero si crees que se está trangrediendo algún derecho o ley deberías asistir y pedir amparo a la justicia empezando por denunciarlo a la policía local de sant Josep, y no hacerlo el los bares o los medios , cosa que se te puede perdonar porque es una «costumbre » muy arraigada entre según que grupos de personas.
Feliz año nuevo 🙂
Ovejas aburridas.
A mi estos eventos «populares» me parecen más postureo para facebook e instagram que otra cosa.
Y por cierto, fomentar el consumo de alcohol me parece fatal. Hay gente que sin vino no sabe vivir. Triste.
Es triste que siempre haya personas que no saben nada, pero pueden quejarse detrás de su computadora. Solo asegúrate de tener amigos, entonces la vida parece mucho más divertida.