Vila a finales de los 70s no tenía cinturón. Ni falta que le hacía, porque vestía de pagesa, con sus múltiples faldes i faldellins. Tres carreteras rectas para entrar y salir, con la pena de aquellos árboles que recibían con gustosa sombra desde Sant Antoni y desde Santa Eulària. Aún quedan dos, cerca de lo que fue sa Barra.
A principios de los 80s, se le puso el primer cinturón. Porque quien iba y venía por la isla pero no quería entrar a Vila, pudiese rodearla. Eran dos carriles, uno por sentido. Y es Prat de Vila dejó de recibir el agua de los torrentes. Después fueron cuatro carriles. Más tarde el segundo cinturón, igual: primero, dos carriles; después, dos más.
Y con el tiempo, se ha consolidado el refrán de que al ibicenco cuesta más rodearlo que saltarlo por arriba. Pero de momento, los coches no vuelan.
Hace 20 o más años que seguimos hablando de convertir ese primer cinturón en una avenida de Vila.
Y en todo este tiempo, solamente se han sembrado nuevos árboles en la carretera de Sant Antoni. Desde la rotonda de Jesús a la de los Podencos, o desde la de Can Sifre a la de Motosud, ni uno. Ni uno.
El Consell Insular se animó, y hace dos años propuso una rambla desde la rotonda de Motosud a la de Can Misses. Un paseo central para pasear, a pie o pedaleando. Y en las imágenes virtuales aparecen unos arbolitos recién plantados, y un paseo de 20 metros de ancho entre carriles que no apetece, ni por asomo, pasearlo. La propuesta se resolvió a nivel de proyecto de ejecución, con todos sus detalles, presupuestos, cuadros de precios etc…(1.500 páginas, 9 millones). Y l’Ajuntament dijo que lo estudiaría, para ver si se habían recogido sus peticiones, y comprobar si seguía “la línea de la idea de ciudad que tiene el gobierno local”.
¿Por qué no se han sembrado árboles todavía, ni en la mediana ni a los lados? Ya se verá qué se hace, pero parece claro que sea lo que sea, esos árboles podrían ir creciendo para tenerlos juveniles en el nuevo paseo.
Hace pocos meses, l’Ajuntament calibró su línea de idea de ciudad y propuso 1.500 plazas bajo esta parte de cinturón. No se sabe cuántas páginas porque no se ha publicado ningún plano todavía. Hay que contratar una oficina técnica por unos 300.000 euros, y la estimación es de 60 millones.
O hay aparcamiento subterráneo o hay árboles en el paseo. Las dos cosas a la vez, complicado, pero se puede. Sólo hay que añadir 1 metro o más de tierra (mejor 2 metros) sobre el aparcamiento. Para que puedan caber 1.500 plazas y árboles entre Motosud y Can Misses, hay que bajar dos plantas de aparcamiento. Aparte de las rampas de acceso al aparcamiento y la milagrosa rampa entre carriles para entrar a la estación de autobuses CETIS. Sería una zanja de 30 metros de ancho y unos 6 metros de profundidad, con el nivel freático ahí rozando.
¿Y si aparecen restos arqueológicos? Sabemos seguro que el acueducto romano pasa por allí. ¿Qué supondría cerrar al tráfico este tramo durante 12, 18 o 24 meses? Si ya se hizo necesario hace 40 años este cinturón, sólo imaginar lo que puede colapsarse de 2024 a 2026 resulta difícil. Sólo imaginarlo, digo.
Otra opción es hacer un aparcamiento así de monumental en otro lado que no sea debajo del primer cinturón. Y resulta que al lado de los Multicines hay un aparcamiento público, de 359 plazas, más 10 de carga eléctrica más 5 accesibles. Total 374 plazas (si he contado bien, porque las he contado). Ahora sin sombra, porque no se han sembrado árboles. Si se excava una planta a todo ese aparcamiento, serían 700 plazas, contando rampas y escaleras. Y si se construye hacia arriba, en forma de pirámide, cabrían 300 en planta primera, 250 en planta segunda y 200 en planta tercera. Total 1.350 plazas. No llega a las 1.500 propuestas, porque solo se excava una planta sótano. Si se excavan dos, serían 1.650 plazas. Y menos de 60 millones. Y sin afectar a la movilidad de la vía de cintura.
Y sobre este edificio de aparcamiento en pirámide, de 9 metros de altura, se puede poner toda la tierra de la excavación, 1 metro o 2 o 3, los que se quieran, y será un parque urbano elevado con árboles. Y vistas a Dalt Vila. Y sin cerrar el primer cinturón durante meses y meses o años y años.
Creo que el primer cinturón de ronda puede quedar casi como está. Es necesario sembrar ya, mañana mismo si puede ser, árboles a lado y lado y entre los baladres de la mediana. Y una rotonda (o cruce con semáforos, que permita salir por la Avda Isidor Macabich hacia Sant Josep o hacia Can Cantó sin tener que ir a la rotonda de Can Misses.
Si a lado y lado del cinturón, con sus árboles y aceras, se habilitan aparcamientos en batería desde la rotonda de Motosud a la de Joan XXIII, sin afectar a los dos carriles por banda actuales, añadiremos 1.200 plazas más. Y si en la estación de autobuses CETIS se habilita también aparcamiento público, donde caben dos plantas, son 200 plazas más.
Y con lo que se ahorra por no construir otra rampa de acceso seguro a este CETIS, se puede construir la estación de autobuses en superficie cerca del puerto, tal como se había previsto en los años 70s, antes de construir este primer cinturón.
Pocas mujeres ibicencas quedan que sigan vistiendo de pagesa, con sus faldes i faldellins. Sin cinturón. Dice la leyenda que algunas faldas tenían falsa butxaca, sin fondo. Mala metáfora para la inversión pública. Tampoco los hombres que visten de pagès lo llevan, porque sa faixa es más cómoda, i barata.
I a Vila li fa més nosa que falta tenir un cinturó com es que perdura. Vól ombra, molta d’ombra, això sí. Voler el possible ens fa falta, i que duri es desig.
Pep Toni Roig Roselló,
arquitecte
Molts gràcies, Pep Toni, per una proposta intelligent que crec que podria solucionar es problema d’aquest cinturó de ronda, lleig, sense ni un sol arbre, que fa dècades que mos estrangula, sense que ningú mogui un dit. Com en tots es problemes difícils i complicats, s’actitud de ses nostres administracions ha set sempre sa mateixa: parlar-ne de tant en tant, però deixar que passin es anys. Es marrón que se’l mengi un altre.
Otra solución es q el Ayuntamiento establezca un convenio de colaboración con los propietarios del aparcamiento de Es Pratet, y se pueda levantar 3 plantas con estructura metálica, con la misma superficie actual, destinando una planta a los residentes de Dalt Vila, La Marina. Da Penya otra para los residentes del Eixample, a precios simbólicos y las otras restantes para visitantes.
Siendo el 50% eléctricas. De esta forma se puede descongestionar el centro de la ciudad.