(EFE).- La UD Ibiza buscará este domingo su oportunidad de sumar tres puntos frente a un rival directo como el CD Lugo, con el que comparte fondo de la tabla y riesgo de descenso de la categoría profesional.
Después del empate frente al Cartagena, que sumó poco pero que desde el equipo balear ven como un punto de inflexión, los jugadores llegarán al Estadio Anxo Carro en busca de esa victoria que se les resiste desde hace siete jornadas, con cinco derrotas y dos empates.
Los ibicencos saben que llegan en un momento de crisis para el Lugo, pero no lo ven como una ventaja sino que están más centrados en sus propias dificultades. La escuadra celeste sigue luchando por conseguir que su mejor desempeño en el campo se traduzca en resultados.
El entrenador celeste, Lucas Alcaraz, está convencido de que si persisten en la misma idea y propuesta de juego los resultados finalmente llegarán.
En lo deportivo, son conscientes de que les espera un partido distinto a los anteriores frente al Cartagena, Granada o Las Palmas, ya que no esperan un rival tan combativo delante sino más de juego directo, de segunda jugada, de transiciones rápidas, «un partido muy de Segunda”, según lo ha calificado el propio Alcaraz.
En cuanto a la convocatoria, Cristian Herrera está aquejado por un virus, por lo que es duda, mientras que Marcos Mauro continúa de baja por lesión.
Kevin Appin, que tiene un golpe, y Javier Morante, con un problema en un aductor, también son incógnitas, que Alcaraz prevé despejar en el entrenamiento de este sábado.
La UD Ibiza despide una semana con los últimos movimientos de la plantilla por el cierre del mercado de invierno, con la incorporación de los centrocampistas Javi Serrano y Williams Alarcón, que están en proceso de adaptación pero que podrían tener sus primeros minutos en el choque del domingo.