EFE / Un estudio del Departamento de Ciencias del Mar de la Universidad de Alicante (UA) y el Grupo de Ecología de Angiospermas Marinas del Instituto de Oceanografía (IEO-CSIC) ha demostrado que las praderas de posidonia se ven afectadas por vertidos realizados mucho más allá de los 500 metros, actual distancia de seguridad, y aconseja que el vertido se realice desde al menos 2,5 km de la posidonia.
El estudio, publicado en la revista Plants, muestra que las plantas dentro de esta área de influencia del vertido experimentan cambios morfológicos y fisiológicos que afectan a su crecimiento y supervivencia, y que llegan a causar una alteración significativa del hábitat.
Por tanto, pese a los esfuerzos de alejar los vertidos del litoral hacia áreas marinas más abiertas y profundas, estos resultados ponen en evidencia la vulnerabilidad de las praderas de Posidonia más profundas.
El equipo científico ha estudiado durante un año la salud de las praderas en cuatro puntos de la costa entre el sur de la provincia de Alicante y el norte de Murcia y ubicados entre 1 y 12 kilómetros a puntos de vertidos urbanos y de granjas acuícolas.
Durante este tiempo, se han tomado muestras de tejidos de las praderas y utilizado marcadores moleculares con el fin de discernir qué nutrientes tienen su origen en la propia planta y cuáles son incorporados de los vertidos antrópicos.
«Las distancias entre los vertidos y los hábitats vulnerables se han subestimado y deberían ser revisados si queremos garantizar su conservación», ha explicado el investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) y coautor del trabajo Juan Manuel Ruiz.
«Es necesario que se tomen medidas de forma urgente para parar esta degradación», ha señalado por su parte el profesor de la Universidad de Alicante y coautor también del estudio José Luis Sánchez-Lizaso.
Así, ha subrayado que si no se actúa rápido, «se van a perder muchas praderas de posidonia, esenciales en el ecosistema mediterráneo ya que, entre otras funciones, oxigenan el agua y de ellas dependen gran variedad de organismos y especies bentónicas, muchas de ellas comerciales».
La Posidonia oceanica es una planta endémica del Mediterráneo, la más abundante y mayoritaria en la franja litoral, que puede formar extensas praderas desde los 0,5 metros de profundidad hasta un máximo de 40 metros.
Esta planta es un organismo altamente sensible al deterioro medioambiental, como la disminución de la transparencia del agua, eutrofización -el aporte en exceso de nutrientes inorgánicos procedentes de actividades humanas-, la contaminación y la erosión, por lo que su presencia en la costa es considerada como un indicador de la calidad de las aguas.