Faltan pocos días para que comience el Festival Internacional de Cinema Independent d’Eivissa, Ibizacinefest. Su director, Xavi Herrero, está muy contento. Ha conseguido «una gran selección» de películas y cortometrajes, que se podrán ver entre los días 17 y 26 de febrero con Can Jeroni, de Sant Josep, como sede central. Una programación que no busca entretener sino mover, conmover y quedarse grabada en la retina del espectador.
Herrero, que también es director de cine documental (‘Moonface. Una mujer en la guerra’, ‘Aixa. Es darrer mestre d’Eivissa’, ‘Du vin dans les voiles’, ‘Kitab’ y ‘Salka en la tierra de nadie‘, entre otras) es el alma mater del festival, que ahora cuenta con un equipo fijo de cinco personas durante todo el año. “Una panda de frikis”, bromea Herrero. Durante los días de certamen movilizan a unas 15 personas más.
Fuera de concurso habrá proyecciones tan interesantes como Fire of Love, que tiene muchas papeletas para llevarse el Óscar a mejor documental. El programa más detallado está disponible en la web del festival.
El cartel de este año tiene un diseño muy potente…
Lo ha creado Juanjo Ribas, uno de los organizadores del ciclo de cine Zinètic de Sant Antoni. Es el grafista del festival desde la segunda edición.
Siete ediciones ya. ¿Qué balance hace del recorrido del festival?
Me ha interesado más que sea un festival de culto que un festival de éxito… y creo que ya lo es. Nació en junio de 2016 y era lo que era…. Ahora somos festival seleccionador de cortos para los Goya y tenemos un programa en colaboración con la Academia de Cine Europeo. Me hicieron académico europeo tras la última edición, lo que es un reconocimiento para todo el equipo del festival.
¿Qué significa que el festival sea seleccionador de los Goya?
Un cortometraje que quiera llegar a ser nominado o preseleccionado a los Goya necesita haber ganado un festival o estar seleccionado en, al menos, seis dentro de un listado que publica la Academia. Ibizacinefest está en ese listado.
¿Cuáles son los números del festival de este año?
Hemos recibido 1.838 suscripciones y hemos seleccionado 110 títulos entre largos y cortos. Vendrán 55 invitados entre expertos, conferenciantes, directoras, directores… En el plano de largometrajes tenemos un nivel altísimo y proyecciones especiales de películas que he querido que vengan al festival pero que no compiten. Por ejemplo, El Agua, para la que contaremos con la presencia de su directora, Elena López Riera y sus dos productores, Pepe Andreu y Rafa Molés, que ya premiamos el año pasado. También Fire of Love, un documental que ha sido nominado al Óscar, ¡aunque cuando la seleccioné no lo estaba todavía!, o Klondike, premiada en Sundance o en Berlín sobre la región del Donbás, porque hemos querido también hablar de la guerra de Ucrania.
Tener más de 1.800 trabajos suscritos, ¿es lo normal para el festival?
No, es el ‘efecto Goya’. Como somos seleccionadores hemos recibido muchos más cortos que en ediciones anteriores.
¿Tendrán estrenos exclusivos?
Tenemos seis estrenos para España y un estreno internacional, que es una película marroquí. Daremos premios al mejor largo de ficción, al mejor largo documental, al mejor cortometraje nacional y dos menciones especiales al corto nacional, además de mejor corto internacional y premio FEM-Cine, que es una sección competitiva de cortos que fomentan la igualdad de género. En el festival tendremos también a la crítica de cine Nuria Vidal, dando una lección magistral sobre el papel de la mujer en la historia del cine, o a Neus Ballús, que nos hablará de cómo rodar con actores y actrices no profesionales.
¿Cuántas películas ve al día cuando selecciona los contenidos?
El otro día hablaba con Jaume Ripoll, fundador de Filmin y director del Atlántida Film Fest, y me decía que ya para desayunar está viendo una película. Yo, cada día, durante el proceso de selección veo tres largometrajes y un par de cortometrajes o un largo y cinco cortos… ¡Qué locura!, dirá la gente. Ya, pero es mi curro y no lo cambio por nada.
Usted, que lo ve ‘todo’ ¿Se encuentra más trabajos de nivel alto o al contrario?
El nivel está subiendo muchísimo. Antes veías un corto de cuatro colegas y decías: ¡madre mía, qué mal!. Pero ahora todo el mundo accede técnicamente a poder hacer cosas con un nivel. Se ha democratizado, con lo que hay que hilar más fino para seleccionar: entrar bien en el guion, valorar una buena fotografía…
¿Los cuarteles generales del festival siguen en Can Jeroni de Sant Josep?
Sí, es sede oficial ya desde hace cinco años. Y no hay que olvidar que también se podrá ver una parte de los largos en la plataforma Filmin durante los días del festival. Hacemos un trabajo de ‘puente’ para que haya películas que se queden en Filmin. El año pasado se quedaron cuatro del festival en el catálogo. Además, El Agua se podrá ver en el Cine Regio de Sant Antoni, mientras que en el Teatro España de Santa Eulària habrá una sesión de cortos ibicencos y de Baleares con directores que vienen de otras islas.
También tenemos los programas educativos ¿YESO? y Cine Kids disponibles para los consistorios que lo deseen durante el año. Si les interesa, se hacen estas sesiones para el público más joven.
¿De esa manera el festival está vivo todo el año?
No, en absoluto. El festival es un acontecimiento único anual, con unas fechas concretas.
Como director de un festival de cine en Ibiza, ¿qué le parece la reactivación de la Ibiza Film Commission con el equipo de Andreu Fullana?
La Film Commission tenía que existir y es muy bueno que exista. Es absolutamente necesaria. El Prat, que es un pueblecito, se ha convertido en el lugar donde más rodajes hay en Cataluña, después de Barcelona, y eso es porque se lo han montado muy bien para atraer rodajes. Personalmente, lo de atraer rodajes de grandes series no me interesa porque está fuera de cómo entiendo yo el cine. Hay que empezar por lo básico, que es ayudar a distribuir lo que se hace en Ibiza, sea un documental, un corto o una película.
Creo que hay que ir con cuidado: tenemos que hablar de industria pero defendiendo la película autoral… En el festival se han pasado películas hechas sin un duro y esto yo lo valoro mucho. Las películas de dos o tres millones de euros de presupuesto ni las programo ni me interesan. Cuando hablo de industria hablo de esto: de películas pequeñas a las que les puedes dar una dimensión apoyando su distribución.
¿Cómo se financia este festival? ¿Qué instituciones lo apoyan?
El festival es bastante autosuficiente porque funciona con cuotas de inscripción para participar. Eso nos permite trabajar y echar a rodar sin tener que depender de las ayudas institucionales, aunque sí tenemos. Por orden de importancia son del Consell de Ibiza, desde los departamentos de Cultura y Turismo, y después Sant Josep, a través de las concejalías de Turismo, Cultura e Igualdad. También están implicados Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Joan. En lo que respecta a empresas contamos con Be Blue de Trasmapi, Gráficas Pitusas y Fundación Matutes… Pero, como te decía, el festival es autosuficiente a nivel económico, sobre todo porque las subvenciones tardan y tienes que poder arrancar. Desde Cultura del Consell está muy bien montado porque se comprometen a que te llegue un anticipo antes del festival o durante y eso te da un poco de margen. Las ayudas del Govern tardan mucho en llegar.
No debe ser fácil organizar un festival. ¿Ha pensado en dejarlo alguna vez?
Yo, en el fondo, no hago nada: me estoy rodeando de un equipo de extrema confianza que se organiza perfectamente, trabajan súper bien y me mandan a mí; hacen lo que les da la gana [ríe].
Sé que es difícil elegir, pero ¿qué contenidos recomendaría? ¡Por mi parte ya he marcado en la agenda ‘Fire of Love’!
Me quedé flipado cuando la vi. La película no compite pero tenía que poder verse en Ibiza. Ahora esta nominada al Óscar pero cuando la seleccioné, ni de lejos. Cuando me enteré del Óscar lo primero que hice esa mañana fue pagar la factura, porque la tarifa por proyección van a subirla ahora por la nominación y soy catalán [ríe]. El Agua la hacemos en colaboración con los productores. Ellos entienden el cine como yo lo entiendo. En general intento descubrir joyitas pescando por ahí… como la ucraniana Klondike. Somos el primer festival de España que la proyecta y es una película premiada en Sundance y en Berlín. Es un peliculón, como también lo es Una escuela en Cerro Hueso, que es argentina y trata el tema del autismo. Solo se proyectó en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Son pelis frescas. El estreno internacional que traemos es una película marroquí muy chula, Sound of Berberia: una búsqueda de sonidos del norte de Marruecos que tiene algo de peli de aventuras.
Si de mí dependiera, el festival sería exclusivamente de cine documental de autor, pero es más abierto, obviamente. Lo que busco cuando selecciono es sentir que me llega lo que veo. Sobre todo a nivel de realización y de foto, porque yo vengo del mundo de la foto. Si no está bien fotografiada no la voy a coger, salvo muy raras excepciones. ¿Sobre los temas? Sociales a tope, aunque no solo de denuncia social. Comedia, muy poca, busco películas que perduren. Para mí es esencial sentir algo muy concreto cuando selecciono una película: que quien ha dirigido esa película tenía necesidad de hacerla. Es algo que quiere explicar, sea como sea. Hay una película turca en el festival que en su país está censurada, por ejemplo. Para hacer esa película el director se la estaba jugando. Hay una necesidad de hacer esta película. Comedias, en la tele.
El festival trabaja temas de igualdad y trae a una de las directoras del momento, Elena López Riera…
Además Neus Ballús, directora de Sis dies corrents, viene a dar una masterclass. Klondike es directora, Fire of Love es directora…
¿Cree que los casos que cita o los de Clara Simón o Pilar Palomero nos están hablando de un cambio en el mundo del cine que es hipermasculino?
Todavía lo es.
¿Pero cree que hay un cambio o es una coincidencia?
Todos queremos pensar que sí hay un cambio. Directoras como Elena López Riera o Neus Ballús ya son referentes pero, ¿quién está detrás del dinero en la industria del cine? ¿Productoras ejecutivas? Búscalas. Puede dar la impresión de que hay más mujeres ahora en lugares visibles del mundo del cine, pero el productor es un tipo en el 80 o 90 por ciento de las veces. Y el mundo del guion está eclipsado completamente por hombres, es brutal. Digamos que sí se ve un cambio pero que queda mucho por hacer.