El aceite de oliva, elemento importante en la dieta mediterránea, gracias a su principal compuesto, el ácido oleico, otorga efectos beneficiosos para la salud y ofrece propiedades que ayudan a prevenir el cáncer, el alzehimer, o reducir el colesterol.
Un grupo de profesores de las Facultades de Farmacia y Medicina de la Universidad de Sevilla, junto a profesionales del Distrito Sanitario de Sevilla Norte y Aljarafe y el Hospital Costa del Sol, han recopilado en un estudio sus principales aportaciones a la salud.
Según han relatado los investigadores, se ha observado una disminución de significativa del ácido oleico, principal ácido graso monoinsaturado del organismo humano, en los cerebros de pacientes con trastornos depresivos mayores y la enfermedad de alzehimer.
Uno de los efectos más característicos del ácido oleico es su capacidad antioxidante, ya que puede regular directamente tanto la síntesis como la actividad de enzimas antioxidantes.
Otra propiedad beneficiosa es su efecto hipocolesterolémico: disminuye la expresión de proteínas relacionadas con el transporte de colesterol, disminuyendo la absorción de colesterol, previniendo así la aterosclerosis.
Por otra parte, la oleoiletanolamida, un derivado del ácido oleico, presenta por sí solo efectos antiinflamatorios y antioxidantes, y actualmente se ha propuesto como agente terapéutico para el tratamiento de la obesidad.
Esto, han concluido los investigadores, refuerza las características beneficiosas que presenta el ácido oleico para la salud.
Nuevas investigaciones han sugerido que puede influir en mecanismos epigenéticos y en la modulación del sistema inmunitario, concretamente regulando aquellas células implicadas en un desarrollo de la inflamación.
Por último, los autores de este estudio han observado que la mayoría de los trabajos en los que se estudia el aceite de oliva se han realizado en animales, por lo que han alertado de la necesidad de desarrollar más investigación «para confirmar las importantes propiedades demostradas por esta molécula y su derivado, la oleoiletanolamida, en humanos.
EFE