@C. V. / Los motores volverán a rugir en la Cala de Sant Vicent los próximos 19 y 20 de octubre. Pero la tradicional Pujada a la Cala, que este año cumple su vigésimo novena edición y que será puntuable únicamente para el campeonato de Balears de rally de montaña, tendrá que apretarse de nuevo el cinturón y esperar mejores tiempos.
«Nuestro objetivo es volver a ser campeonato de España y, si contamos con patrocinadores y el Govern paga el dinero que nos adeuda desde 2011, quizá volvamos a organizar una prueba del nacional en 2014. De las 28 ediciones que hemos hecho hasta ahora, 17 o 18 han sido campeonatos de España, por lo que no habría ningún problema con la Federación. Pero, ahora mismo, y por una cuestión económica, sería imposible afrontar una competición de este tipo», afirma Manuel Adana, responsable del Automovil Club de Ibiza y Formentera (ACIF).
Adana reconoce que la prueba llegó a estar en el aire este año, pero que ahora, desde el club, ya se han puesto en marcha. «Estamos pendientes de las subvenciones, aunque tampoco es mucho dinero. El mayor problema es que el Govern nos adeuda 20.000 euros desde 2011, cuando organizamos el campeonato de España, y esa deuda es un duro lastre», afirma.
Pero, campeonato de España y deudas aparte, la Pujada a la Cala de este año tendrá atractivos de sobra para atraer al público ibicenco. «Será como la del año pasado, con motos, car cross y vehículos. El viernes habrá una exhibición de drifting y el sábado y el domingo será el turno de los entrenamientos y de las pruebas. Quizá no seamos nacional, pero el espectáculo es igual de bueno», añade.