Un exagente de la Guardia Civil, de 54 años y que estuvo destinado en Mallorca, se enfrenta a penas que suman 29 años de cárcel, por presuntamente, abusar sexualmente de un chico de 15 años y de otro de 17 años. También pesan sobre este, las acusaciones de acoso sexual a uno de ellos por medio de una red social, inducción a la prostitución y captación de menores para elaborar pornografía infantil.
El acusado está previsto que se siente en el banquillo de la Audiencia Provincial de Palma el próximo miércoles, algo más de dos años después de los supuestos hechos ocurridos en Inca, y por los que estuvo privado de libertad los días 30 de abril y 1 de mayo de 2021. Según la Fiscalía, en septiembre de 2020 el acusado contacto con un chico que por entonces tenía 15 años a través de una aplicación empleada por lo general por personas gays, trans y bisexuales, para posteriormente continuar esa relación vía teléfono móvil.
Unos tres meses después de tener el primer contacto y a pesar de ya conocía que se trataba de un menor de edad, el procesado convenció al chico para verse en la estación de tren de Inca para mantener relaciones sexuales, por las que le daría un teléfono móvil de una determinada marca.
El día de la cita, y de acuerdo al escrito de acusación, el acusado llevó al menor en su coche a un lugar en el que mantuvieron relaciones sexuales, por las que a cambio entregó al chico 80 euros pero no el terminal que aseguró le daría si aceptaba seguir con los encuentros sexuales.
Pero dado que el menor rechazó la propuesta, el procesado le entregó el teléfono móvil acordado, y finalizó así la relación entre los dos. A raíz de la situación de desprotección que atravesaba el menor por aquellos meses, éste fue ingresado en enero de 2021 en el Centro de Protección de Menores. También en junio de 2020 y hasta junio del año siguiente, y según el escrito de la Fiscalía, el acusado utilizó la misma aplicación para contactar con un chico de 17 años con una deteriorada su salud mental y que tenía reconocida su discapacidad.
Tras comentar al menor que trabajaba para la Guardia Civil, el procesado disuadió al chico para que entregará material fotográfico de contenido sexual, y posteriormente mantuvo con él relaciones sexuales, por las que a cambió le dio un anillo.
Los encuentros con el menor cesaron en abril de 2021 cuando se produjo la detención del acusado, a quien el registro efectuado en su domicilio ubicado en la casa-cuartel de la Guardia Civil de Inca se encontraron unos 49.000 archivos digitalizados conteniendo imágenes de menores de edad manteniendo relaciones sexuales con personas mayores.
Al ser detenido por la Policía Judicial de la Guardia Civil, los agentes le retiraron el arma reglamentaria y el caso fue tratado con hermetismo por la Comandancia de Baleares. Por los dos delitos de abuso sexual a menores de edad, la Fiscalía solicita por cada uno 10 años de prisión, por acoso sexual en internet una pena de dos años, otros cuatro años de cárcel por inducir a un menor a prostituirse, y tres años más de reclusión por captar a un menor con la finalidad de crear pornografía infantil.
EFE