EFE/ El pleno del Parlament balear ha aprobado este martes el proyecto de modificación de la Ley del Juego y las Apuestas, defendido en la cámara autonómica por el vicepresidente del Govern y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes.
Esta norma incluye el tope a la ratio actual de salones de juego y locales específicos de apuestas en el territorio de Baleares, que se limita a la media estatal de 75 por cada millón de habitantes empadronados en la comunidad autónoma, cuando actualmente la comunidad se encuentra en 120 por millón de habitantes.
También limita distancias para las nuevas licencias, que se amplían a 500 metros de los centros educativos y sociosanitarios, y establecen una distancia mínima entre locales de 500 metros en Palma y de 250 metros en el resto de municipios de las islas.
La cámara autonómica ha aprobado la regulación de los letreros y elementos que cubran las fachadas de los establecimientos de juego, que tienen que retirar aquellos elementos más llamativos, y la adaptación de mensajes de alerta y control en pantalla de las máquinas de juego, relativos a la edad y la responsabilidad hacia el juego, entre otros.
Aunque no se haya incluido en la modificación de la Ley, el Govern ha llegado a un acuerdo con la Federación de Entidades Locales de Baleares (Felib) para que los horarios de los establecimiento de juego se regulen vía ordenanza municipal, para no invadir competencias que ya ejercían algunos ayuntamientos.
Además, las ampliaciones de locales pasarán a ser consideradas nuevas licencias, para así cumplir con lo que ha sido una reivindicación vecinal.
El objetivo de estos cambios legales, que incrementan también las restricciones en la apertura de salones de juego y apuestas y el control del acceso a las máquinas tragaperras, es proteger a las personas vulnerables frente a la ludopatía, ha señalado Yllanes durante su intervención en la cámara.
YLLANES DISCREPA SOBRE LA ENMIEDA DEL PSIB
Durante el debate de esta modificación de la Ley del Juego, el vicepresidente ha trasladado su desacuerdo a las excepciones a la publicidad planteadas por el grupo parlamentario socialista.
Así se ha referido a la enmienda presentada por el PSIB para que los casinos puedan hacer publicidad en aeropuertos, zonas turísticas y hoteles, una propuesta que ha contado con el apoyo de PP, Vox y Ciudadanos. «Hubiera sido deseable que no hubiera publicidad de los establecimientos de juego en ningún lugar ni en ningún momento puntual», ha aseverado el conseller de Podemos durante su discurso.
Unidas Podemos, que durante el trámite del texto solicitó la prohibición de la publicidad, ha emitido un voto particular con el respaldo de Més per Mallorca y Més per Menorca, para «volver al texto original» y que no haya excepciones a la publicidad.
Por su parte, la diputada socialista Irene Triay ha asegurado que los sindicatos habían trasladado su preocupación por los puestos de trabajo en los casinos, donde «trabajan personas y el PSIB siempre ha defendido a los trabajadores», ha dicho. La parlamentaria ha recordado que siete de cada diez clientes de casinos en Mallorca son turistas, mientras que en Ibiza y Menorca son nueve de cada diez visitantes.
El portavoz de Podemos en el Parlament, Alejandro López, ha calificado de «excusa» la justificación del PSIB de que los clientes de casinos son extranjeros. «Entre los turistas también puede haber personas que están pudiendo ser tratadas por adicciones», ha aseverado. Para López, la prohibición de la publicidad «es más acorde a la filosofía de la ley por tratar el juego como una actividad legal que puede causar graves problemas»