Las periodistas Bea Roselló y Luciana Aversa han recopilado en el libro ‘Comerços històrics de Sant Josep de sa Talaia’ el legado de estas 61 tiendas que han estado activas en algún momento de la historia reciente del municipio.
La tienda más antigua que han documentado las autoras es la de Can Sifre, que abre puertas alrededor del 1870, y la más joven es la que desde 1983 sirve en la zona de des Codolar.
La presentación del libro, promovido por el Ayuntamiento de Sant Josep, fue ayer en Can Jeroni donde la teniente de alcalde de Promoción Económica, Pilar Ribas, relató que «el pequeño comercio local ha tenido un papel importante en la vertebración de nuestro territorio y a menudo ha sido el punto de encuentro donde se relacionaban los vecindarios de un municipio tan disperso y diverso como Sant Josep».
Para Ribas, esta compilación histórica «es una deuda con todos estos negocios, ‘colmados’ y tiendas de víveres, especialmente para todos los que todavía levantan la persiana cada mañana, que son más de la mitad de los que se han documentado».
De hecho, según ha explicado Roselló, su trabajo principal ha consistido en documentar los comercios existentes para entrevistar en profundidad a las personas y familias en el frente del negocio, si todavía está abierto, o en buscar a los descendentes en los casos de las que ya han cerrado.
Del listado de 61 pequeños comercios de los que hay evidencia en el municipio, las autoras han encontrado testigos para reconstruir su historia en el caso de 56, «solo en cinco casos no se ha encontrado los propietarios originales ni descendentes a los que preguntar, pero el 57% de todas ellas todavía son abiertas».
Para Roselló ha sido «muy gratificante reconstruir esta parte tan concreta de la historia de Sant Josep, que está muy vinculada a las vivencias de los vecinos, porque todo el mundo tiene un recuerdo entrañable de nuestro comercio de barrio y un montón de anécdotas que contar, pero, a la vez, es un reflejo de la evolución que ha vivido nuestra isla», ha reflexionado en la presentación.
Aversa, por su parte, ha destacado «la evolución que han tenido que hacer estos negocios para sobrevivir y adaptarse a los tiempos».
También ha subrayado que en el caso de 43 comercios, la tienda era también la vivienda de los propietarios y que en muchos casos eran un «servicio público», con horarios de apertura largos.
Otro punto destacable es que estas tiendas, convertidas en punto de encuentro, muchas veces ofrecían también servicio de bar, como han encontrado en 30 de los casos analizados.
La mayoría de este comercio histórico se dedicaba a los víveres y a la alimentación junto con otros productos, aunque también hay dos que eran exclusivamente carnicerías y una tienda de bordados destacada como ‘Comercio Emblemático’ por el Govern.
Con una dispersión geográfica notable, a menudo se buscaban los puntos con mayor circulación de personas para ubicar el negocio.
En la compilación se citan 11 tiendas de Sant Josep, 10 de Sant Agustí, tres de Es Cubells, 24 de Sant Jordi y otras 13 en Sant Francesc.
El 45% de todas ellas abrieron puertas antes del 1950 y el resto, a mediados de siglo pasado.
Muchas empezaron a cerrar con la irrupción de los supermercados, en los años 90 del siglo pasado y, aunque cerca de la mitad siguen activas, solo el 23% las explotan las mismas familias fundadoras, también por la falta de relevo generacional en algunos casos.
La presentación del libro forma parte del programa de fiestas de Sant Josep 2023 y es una iniciativa de la concejalía de Comercio.
El libro ha sido coordinado por Antonio Viñarás como delegado de Patrimonio del Ayuntamiento.