Los hoteles de Baleares medirán durante esta temporada la carga de trabajo que pueden asumir las camareras de piso sin comprometer su salud, en el marco de una metodología de obligatorio cumplimiento para los establecimientos, ya que se incorporó dentro de los acuerdos del nuevo convenio colectivo de hostelería.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, acompañada del conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, ha presentado esta nueva metodología, elaborada por el Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal) para medir la carga de trabajo de las «kellys», que es pionera en el país, como ha remarcado el gobierno autonómico.
Este estudio supone el primer trabajo de estas características en toda España para medir las cargas de trabajo de las camareras de piso, y da respuesta a una reivindicación histórica, con el fin de mejorar sus condiciones de trabajo.
La metodología, acordada con las patronales hoteleras FEHM, ASHOME y FEHIF, y las federaciones de servicios de UGT y CCOO, permitirá determinar la carga de trabajo de las camareras de piso en condiciones de salud laboral.
En concreto, esta metodología permitirá medir desde cuántas habitaciones y tareas son las que podrán asumir las camareras de piso en una jornada, hasta las condiciones de seguridad y salud adecuadas en las que se tienen que desarrollar estas tareas.
Cada establecimiento tendrá que hacer un estudio que determine el tiempo de trabajo de las camareras de piso, en función de los parámetros específicos de cada centro de trabajo.
El análisis de las cargas de trabajo ya se incorporó al acuerdo que alcanzaron el Govern balear y los agentes económicos y sociales, y que después se reflejó en el convenio colectivo de hostelería de las islas entre las patronales y los sindicatos.
En concreto, el análisis de métodos y tiempos de trabajo de las camareras de piso consta de cuatro fases.
En primer lugar, se tiene que constituir un grupo de trabajo paritario de aplicación de la metodología que estará formado por representados de la empresa, representación legal de las personas trabajadoras, empleados de los puestos de trabajo analizados y de los mandos intermedios y representantes de los servicios de prevención de riesgos laborales.
En una segunda fase se hará un análisis del método de trabajo, que definirá un método seguro y saludable desde un punto de vista preventivo que tiene que reflejar las tareas, la forma en que se ejecutan y los equipos utilizados.
La Inspección de Trabajo podrá intervenir para que se defina correctamente el método de trabajo.
La tercera fase será el establecimiento de los «tiempos tipos» que necesita una camarera de piso para la limpieza de las habitaciones. Se aplicará una fórmula estadística de la Organización Mundial del Trabajo para determinar el número de mediciones.
Para las mediciones se tendrán en cuenta diferentes aspectos, como el tipo de habitación, el tipo de limpieza, la jornada laboral, los suplementos de tiempos por fatiga o las necesidades personales.
Con este estudio quedará fijada la carga de trabajo a realizar, como el número de habitaciones y las tareas para cada camarera de piso. Inspección de Trabajo controlará la buena aplicación de esta nueva metodología en las islas.
Durante la presentación, la presidenta Armengol ha manifestado que esta iniciativa «es una de las reivindicaciones históricas de los sindicatos» y acompaña a una nueva ley turística que «hace hincapié en los trabajadores de la hostelería».
«Para ser líder en cuestiones económicas, las empresas tienen que funcionar bien y no hay ninguna que lo haga si no hay buenos trabajadores, pero no hay buenos trabajadores si no hay buenas condiciones laborales», ha aseverado la dirigente balear.
Hasta la intervención del Conseller de Trabajo (entre otros rimbombantes cargos) las camareras, al parecer, trabajaban hasta el desfallecimiento.
Nos venden como un avance lo que no es más que una intromisión entre lo que un trabajador puede hacer y lo que un empresario puede pedir.
Aunque a algunos les pese, el modelo laboral español es falangista: supervisión estatal de cuánta gente se contrata y en qué condiciones se las contrata, tener un negocio o tener una empresa no es un modo que tienen las personas de ganarse la vida, sino que es vista como un fin social. Con la diferencia de que, en vez de tener que comulgar con la Iglesia, se tiene que comulgar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aunque al ritmo al que va la Iglesia del Papa Francisco y Joe Biden, a este paso también acabaremos teniendo que comulgar con la Iglesia, que será el líder espiritual de la Agenda 2030.
Me parece que no serán capaces de establecer nada de lo que se dice en el artículo. Es muy difícil y subjetivo medir esto. Por la misma lógica, vamos a medir cuantas copas puede poner un camarero por hora, cuantos platos puede preparar un cocinero, a cuantos clientes puede atender un dependiente de zara, etc. No es lógico y no se avanzará en nada. Al revés, si se establecen mínimos…se tendrán que cumplir…
Se le olvida a usted el valor añadido (para la administración y para FEHM, ASHOME y FEHIF, UGT y CCOO) de la creación del grupo paritario (con sus dietas) y las posibilidades (de prevaricación) que abre una buena buena inspección de trabajo a empresas no afines.
Esperemos que lo miren bien , las cargas de trabajo no se pueden medir haciendo una sola habitacion , no es lo mismo hacer una maraton , que un 1500k , el rimo es diferente , y despues , no se puede pedir el mismo rendimiento a una persona de 20 años que a una de 50.
Espero , primero que lo miren y despues que acierten con la formula, que atiendan cada caso , osea cada establecimiento con sus peculiaridades.