@H.E./ Durante tiempo no he dicho nada de Madrid 2020 para no parecer un cascarrabias, pero vamos, España lleva más de un año saliendo en las portadas de todos los medios de comunicación internacionales por la colección de casos de corrupción y la miseria. Esa es lo que la gente ve desde fuera. Esa es la Marca España. No es derrotismo, simplemente es sentido común: No todo el mundo es tan tonto como nosotros.
No puedes ir a defender tu candidatura olímpica mendigando, diciendo que harás un juegos austeros y diciendo que España y Madrid los necesita cuando te has llevado a Argentina a medio Parlamento y a los amiguetes como si fuese una familia gitana ortodoxa: er richard, er cabesa, er papa, la mama, la yaya y la Paca. Ahí se ve mucho el plumero. El mayor evento deportivo del mundo no requiere austeridad, requiere talonario en blanco.
Madrid tenía 6 subsedes: Barcelona, Córdoba, Málaga, Valladolid, Zaragoza y Puerto de Valencia. Esto resta muchísimo, aunque nadie lo quiera decir. 6 Subsedes pero se llama Madrid 2020. Así es como funciona la España Autonómica.
Yo soy miembro del COI y escucho a Ana Botella hablar en Klingon y lo mínimo que pienso es que si ella es así, sus votantes deben ser caníbales; y luego caería en que nadie la votó y comenzaría a reírme. Sé que jode más que Estambul le haya pasado por encima a Madrid que la propia derrota en sí, pero ese es el espíritu de Lepanto. Ningún deportista japonés ha dado positivo en dopaje jamás. En cambio, aquí, muchos deportistas salen directamente de la narcosala. Dicho esto, hay que saber perder y no tirar el poco espíritu deportivo que podamos tener. Lees algunos diarios y escupes el café.
Japón siempre estará arriba. Cada cierto tiempo tiene una catástrofe natural pero se recuperan rápido y continúan estando arriba. EEUU le lanzó dos bombas atómicas y no sólo se recuperaron, sino que les exportaron sus marcas. Japón siempre se recupera al igual que Alemania: Son los aves fénix de Europa y Asia. Alemania ha perdido dos guerras mundiales y siempre está arriba. Aquí aún arrastramos la guerra civil. Japón se merece ganarnos en cualquier cosa y se merece estos juegos más que nadie: No es lo mismo una catástrofe natural como la del Fukushima causada por un terremoto (cuyos efectos nunca han llegado ni llegarán a Tokyo) que una catástrofe económica como la nuestra, provocada por ineptos, tahúres y ladrones.