Vila recibe a los primeros turistas de Semana Santa con el casco histórico de la ciudad hecho un estercolero, lleno de basura y plagado de obras municipales, como la reforma de la plaza de sa Font, en la calle de las Farmacias, o la de sa Peixateria, acotada por una gran valla metálica que clausura o delimita a la mínima expresión el paso y cuya remodelación conlleva el cierre provisional de uno de los pocos aparcamientos que existen en el barrio.
La imagen de las calles de La Marina y la plaza del Parque, con los locales abiertos y numerosos turistas paseando y tomando fotos de la zona, así como la de algunas calles de Dalt Vila esta mañana, no casan con lo que vende la isla ni con como debería de estar a estas alturas de la temporada una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.
La dejadez sorprende a los turistas, pero también a los responsables de los negocios, que piensan que, de esta manera, en vez de atraer a posibles clientes, se les espanta. Además, la Avenida España, camino directo al puerto, La Marina, la plaza del Parque y Dalt Vila, también está llena de desechos en pleno día. Un año más, la ciudad de Ibiza empieza la temporada turística hecha unos zorros.
Es una gran pena, las autoridades responsables deben rendir cuenta por esa torpeza, con lo que recauda ibiza por el turismo, deberíamos ser ejemplo de limpieza y organización
Julio en un mes podremos rendir cuenta con estos maleantes, tic tac tic tac se les acaba el chollo.