La calidad del aire de la isla de Ibiza volvió a obtener datos positivos durante el año 2022, según el análisis preliminar de las cuatro estaciones fijas del Servicio de Cambio Climáticoy Atmósfera del Govern balear en la isla. Así lo ha anunciado el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation en el día internacional de la salud, efeméride en la que ha aprovechado para difundir los datos analizados en la elaboración de su informe de Sostenibilidad 2022, actualmente en proceso de elaboración.
La recuperación post-covid no parece haber perjudicado a la calidad del aire de la isla, ya que durante el 2022, el 97,6 % de los registros analizados de Vila, Sant Antoni, Can Misses y Torrent obtuvieron datos de dióxido de nitrógeno (NO2) en aire con valores inferiores a 40 μg/m7), lo que supone un nivel de calidad de aire «muy bueno» respecto a este contaminante.
Aunque el porcentaje es inferior al 99,5 % registrado en el 2021, el resultado para el 2022 sigue siendo muy positivo. Junto a este dato, el informe también pone de manifiesto que durante el 2022 no hubo ningún episodio que haya rebasado el valor límite de calidad de aire considerado como “malo”, estipulado en 201 μg/m7, al contrario que en el 2021, cuando se vivieron dos episodios recogidos por la estación fija de Can Misses.
Por otro lado, la media anual de NO2 en aire para 2022 ha sido de 8,14 μg/m3, dato por debajo del límite de 30 μg/m3 de media anual que establece la normativa vigente. Según recuerdan en el Observatorio, las emisiones de NO2 son una de las responsables de la lluvia ácida, y muy tóxica para la salud y para los seres vivos.
Otra de las sustancias tóxicas contaminantes que analiza el Informe de sostenibilidad de IbizaPreservation es el dióxido de azufre SO2, elemento que puede ocasionar problemas de salud como irritación en las vías respiratorias y daño en el tejido pulmonar. Al igual que en el 2021, los datos de 2022 reflejan que todos los valores recogidos por las estaciones reflejan niveles “muy buenos», con valores inferiores a los 100 μg/m7.
Solo el ozono (O3) ha registrado peores datos que en 2020, ya que durante el 2022 se han dado 23 episodios que sobrepasan el valor límite máximo diario de las medidas móviles octohorarias, 120 μg/m3. Eso significa un descenso del 28,1% respecto a los datos recogidos durante el 2021, un total de 32 pero 20 más que en 2020, cuando ese valor fue superado únicamente en 3 ocasiones.
Pese a ello, en términos generales, tampoco los datos de ozono de 2022 son significativamente negativos en relación a la calidad del aire porque los episodios de contaminación por ozono están relacionados principalmente con la emisión de gases contaminantes por parte de actividades humana pero también con la reacción de estas emisiones a la luz solar y al aire para formar ozono troposférico, que puede acumularse en las capas bajas de la atmósfera, especialmente en zonas urbanas y en días cálidos y soleados.
Es decir, los episodios de contaminación por ozono también pueden verse exacerbados por factores naturales, como la alta presencia de rayos UV y la falta de lluvia para eliminar el ozono. Los niveles de ozono pueden variar ampliamente según las condiciones meteorológicas. De forma que el aumento con respecto a 2020 también puede haber tenido que ver con los fenómenos meteorológicos registrados durante el año. En cualquier caso, cabe señalar que los efectos negativos de la exposición a niveles elevados de ozono incluyen problemas respiratorios, como el asma y la bronquitis, y pueden ser particularmente graves para las personas con afecciones médicas preexistentes.
Por último, y en relación a las partículas en suspensión (PM10), la ley establece como valor límite una concentración de 50 µg/m3, que no podrá superarse en más de 35 ocasiones por año y de 40 µg/m3 para el promedio anual. Los valores de 2022 reflejan que hubo ocho días en los que el promedio diario superó los 50 µg/m3, cinco menos que en el 2021 y dos menos que en el 2020. A su vez, el promedio anual ha descendido desde el 2021, pasando del 20,20 % al 18,54 %, situándose ambas cifras por debajo del nivel máximo permitido. El parámetro PM10 está relacionado con las centrales térmicas, con el tráfico de vehículos, con la intrusión de la calima… y causa efectos como los problemas respiratorios y la erosión de edificios.
Según explica la coordinadora del Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza, Itziar Arratibel, «la calidad del aire es importante para la salud porque la inhalación de contaminantes atmosféricos puede tener efectos negativos en el sistema respiratorio y cardiovascular de las personas».
Pero no sólo eso, tal y como señala Arratibel: «La calidad del aire también es un indicador importante del estado del medio ambiente, puesto que los contaminantes del aire pueden ser emitidos por una variedad de fuentes, incluyendo el tráfico vehicular, la industria, la quema de combustibles fósiles, la agricultura y los incendios forestales. La presencia de contaminantes en el aire puede tener efectos negativos no solo en la salud humana, sino también en la calidad del agua, el suelo y la biodiversidad». Por todo ello, según indica, la medición y el monitoreo continuo de la calidad del aire es esencial para proteger la salud humana y el medio ambiente.