Un estudio realizado en Eivissa constata que la salmuera es un “verdadero daño ecológico” para las praderas de posidonia. Presentado este martes en Eivissa, está dirigido por el profesor de la Universitat Jaume I, Esteban Morelle-Hungría, del Centro de Investigación de Derecho Penal, Criminología e Inteligencia, junto con Pablo Serra-Palao, investigador en derecho medioambiental, y cuenta con la financiación de la Universitat Jaume I, han informado en una nota remitida por el Foro Marino.
La investigación, liderada por el profesor Antonio Fernández Hernández, se ha centrado en el análisis de la afectación que produce el emisario de salmuera que vierte en la bahía de Talamanca, en el municipio de Eivissa, así como en otras zonas de las Islas Baleares.
Entre los efectos negativos observados en las praderas de posidonia y que se asocian a la salmuera, destaca el “retroceso significativo” en la extensión de este hábitat en aquellas zonas donde se vierte la salmuera.
En el documento, se apunta que estos vertidos pueden provocar “daños significativos” sobre el crecimiento y longitud de las hojas, apareciendo tejido necrótico, así como un aumento en la tasa de mortalidad.
Además, la salmuera afectaría al resto de especies que habitan en las praderas de la posidonia.
Los autores de la investigación instan a adoptar medidas de “prevención y mitigación” en la bahía de Talamanca como pueda ser el establecimiento de un “umbral máximo de salinidad” o la realización de un análisis sobre el posible uso de la salmuera para otra finalidad.
Además, proponen la necesidad de establecer instrumentos para la “reparación y eventual adaptación” del medio afectado, como puede ser la repoblación de especies afectadas, así como la restauración y regeneración de posidonia a través de trasplantes de plantas a partir de semillas.
El coordinador del Foro Marino, Antonio Martínez Beneyto, por su parte, ha reclamado la colaboración de las administraciones y científicos para no quedarse en la “diagnosis de los problemas” y emprender “actuaciones urgentes” que mitiguen el efecto de la salmuera.
EFE
Todo eso se sabe desde el minuto 1,
La posidonia vive hasta cincuenta metros de profundidad, hasta donde puede captar luz (que necesita para vivir).
Bastaría con emisores de salmuera que vertieran a más de 50 metros de profundidad.
Con eso, junto a la diferencia de cantidad de agua existente entre la costa y esa profundidad, y las corrientes que allí se dan, facilitaría la disolución del vertido.
Pero es más «barato» verter en la costa.
ABAQUA es la responsable, insisto que a sabiendas, del desastre ecológico de los vertidos de salmuera en la costa.
Después nos preocupamos y ponemos el grito en el cielo por algún vertido de fecales, o algún fondeo ilegal.. cuando el desastre real lo está provocando un ente público.