Ocean Keepers, una ONG Ibiza y Formentera que han creado un grupo de amigos para trabajar contra la mala gestión de los residuos y el consumo de plástico, ha mostrado este fin de semana una imagen que solo se puede calificar de desoladora.
Han acudido a limpiar el terreno en uno de los miradores de Es Vedrà donde se acumulan miles de turistas cada día para captar una de las vistas más famosas de la isla y, por qué no decirlo, para posturear en sus redes sociales.
Allí, en un lugar protegido medioambientalmente, y en apenas 15-20 minutos entre dos personas han llenado un salabre (saco de red con mango) hasta arriba de colillas de cigarrillos.
Una imagen terrible que esconde un peligro mayor, tal y como explica la voluntaria, ya que las colillas no solo contaminan la tierra sino que acaban llegando al mar y contaminan el medio marino.
Las colillas son uno de los residuos más contaminantes y peligrosos ya que permanecen 12 años hasta que se desintegran por completo en la naturaleza y liberan en ella más de 7.000 sustancias químicas tóxicas presentes en el tabaco, algunas de ellas potencialmente cancerígenas. Los restos de una única colilla son capaces de contaminar hasta 10.000 litros de agua a su paso.
Ocean Keepers trabaja gracias a las donaciones y al voluntariado.