Como “portmanyina», me sabe muy mal escribir esto, pero alguien lo debe decir.
Empezamos nueva legislatura y dejamos cuatro años atrás de promesas incumplidas, suciedad, amiguismos, muchos amiguismos y contratos a dedo, pero de eso ya no se habla, porque los políticos del PP de Sant Antoni nos han enseñado que si no se habla de algo es que no existe, es su “modus operandi”, eso ya lo sabemos.
Solo con hacer vista atrás en la prensa los últimos 10 días, los titulares hablan por sí solos. No lo digo yo, son hechos: precipitados, fallecidos, suciedad, peleas… y al leer esto, no puedo evitar pensar en los ciudadanos de dentro del pueblo que lo sufren a diario. Tampoco se me olvidan los empresarios y trabajadores que se levantan todos los días para abrir sus negocios y se encuentran restos de comida rápida, vómitos, cristales, se les debe caer el alma a los pies, y aún así valientes, perseverantes y positivos, siguen adelante renovando fachadas, escaparates, ni los restauradores con una excelente oferta gastronómica. Flaco favor les hace el consistorio a estos empresarios, autónomos y vecinos que pagan impuestos a fondo perdido porque el pueblo da verdadera pena.
Después de esta reflexión me saldrán con que el pueblo está vivo y tenemos el mejor papá Noel de la isla, concursos mundiales y no sé cuántas cosas más. Sí, es verdad, pero no es suficiente. Los portmanyins/nes sí merecemos un pueblo vivo todo el año, pero no a cualquier precio, que se nos da fiesta en invierno para callarnos durante la temporada estival y tolerar un verano incívico. Pues no, no y mil veces no. No a que un grupo inglés se apodere del pueblo y sus negocios degraden la imagen y el bienestar de Sant Antoni. ¿Para cuándo exigirles el cumplimiento de las normas municipales? (horarios, ruido, limpieza, impacto medioambiental…). Nos merecemos un paseo, limpio, sano y para todo el mundo, no para jóvenes colocados. No a la inseguridad, no a la venta de drogas y no a un pueblo de espaldas a sus ciudadanos. No todo vale.
No es una crítica al color político, por si algunos lo pueden pensar; al otro lado de la isla tenemos un claro ejemplo de las cosas bien hechas o por lo menos yo así lo creo. Santa Eulària limpia, dando protagonismo al negocio local, tiendecitas, restaurantes, oferta para turismo familiar, pero también para el turismo que busca buena comida, playas y sobre todo sin olvidar la convivencia entre los locales y los visitantes.
Sí, Sant Antoni y sus gentes merecemos más, merecemos que se trabaje para nosotros, para los empresarios que dejan sus impuestos en pueblo y se dejan la piel día a día y para los ciudadanos que queremos poder sentirnos orgullosos. Así que señor alcalde y equipo, tienen 4 años más, a ver si se dejan de amiguismos y contratos a dedo y los cambios se empiezan a ver, que de concursos mundiales y casas de papá Noel ya les estamos agradecidos. A ver si son capaces de hacer algo más.
Maria Sala
Parece mentira que los dos pueblos esten gobernados por el mismo grupo politico.
Blanco y negro.Que pena que a los que queremos San Antonio nos hayan tocado estos .
Lo que se ve y pasa en un pueblo no lo permitirian ni un solo dia en el otro.
Este pueblo tiene difícil solución.
Dos de los tres grupos de empresas de capital británico que mueven la mayoría del turismo basura tienen un modelo de negocio que necesita de esas hordas de seres humanos puestos hasta las orejas para funcionar.
Basura basada en basura.
Basta con pasear por nuestro hermoso paseo marítimo por la tarde o acercarse al entorno de la biblioteca a eso de las 20-21 hs para ver los despojos de humano que sueltan a la calle una vez exprimidos.
Y ahí nos los tragamos.
Como la salida de los antiguos after, pero por la tarde y en medio de un pueblo.
Y el pueblo callado.
Lo mas jodido del asunto es que posiblemente no hagan nada ilegal, al menos manifiestamente.
Y la ética no existe en el mundo empresarial. Ni en Ibiza ni en lugar alguno del mundo.
Es fácil decir que habría que cerrar tanto el beach club sin beach, como el hotel que no vive de vender habitaciones, pero es muy difícil que eso vaya a pasar.
Guste o no hay cientos de personas, también locales, trabajando en estos grupos de empresas y no veo a nadie liándose la manta a la cabeza para cerrar negocios legales.
Más aún cuando nadie parece poder o querer hacer nada contra los negocios ilegales que hay a dos manos por toda la isla, desde venta ambulante de todo lo imaginable hasta el narco gueto de C/ Sta Inés, aquí en Sant Antoni. Transporte, charter, alojamiento…. básicamente todo lo que pueda hacerse de manera ilegal, que es donde está la pasta.
Por qué quedará gente con ganas de montar negocios legales en esta isla, cuando la pasta se la llevan los que lo hacen sin costes?
Como vivir en Sant Antoni, una eterna búsqueda de un futuro mejor posible, con un presente imposible.
Ojalá Marcos y su equipo puedan hacer algo mas que un plan de reconversión para el west, que es como un zombi que se resiste a morir.
No habrá reconversión en este pueblo mientras sigamos con este turismo basura.
No importa que se tiren de los balcones, no lo hacen a la velocidad suficiente para que ese vacío se llegue a apreciar.
Al contrario que el turista `normal´ el turista basura se reproduce como si fuese un cáncer.
Una pena haber desperdiciado la oportunidad de cambio que trajo el covid; y que como vino se fué.
Y quedo lo de antes
Así es. Yo nunca lo habría dicho mejor. Es una verdadera lástima que teniendo una de las mejores bahías del mundo tengan os el peor turismo inimaginable.
Por cierto, no se si te habrás dado cuenta de los nuevos residentes habituales del pueblo, de su procedencia y de su religión.
Aquí tenemos el clásico comentario del pulserita racista y xenófobo.
Cada día más cerca de ganar su brazalete.
Muy Bien María, «que se nos da fiesta en invierno para callarnos durante la temporada estival y tolerar un verano incívico». No sé si mucha mas gente piensa lo mismo, pero yo opino cómo tu. Cada año lo mismo, en el fondo es una estrategia. Somos los campeones de la fiesta, pero un pueblo que da asco. Después del verano hay una tregua, pero luego ya comienzan los campeonatos, fiestas, carpas… y la gente llega a marzo/abril… bueno ya comienza la temporada para que me voy a comerme la cabeza con cambiar cosas. Con el volumen y tipo de gente del verano de 2021 es suficiente para que la gente residente, ibicencos nativos, gente que vino de la península, extranjeros afincados aquí pueda vivir. Lo que hay ahora, esta masificación, no es saludable. No todo es dinero
Efectivamente no se trata de color político, ninguno, absolutamente ninguno ha trabajado nunca por el interés de los ciudadanos del pueblo y todos absolutamente todos han tirado de «amiguismos». O sea que la que escribe esta opinión desconoce lo que hacía el Psoe- reinicia en Sant Antoni…¿cómo contrataban ellos? ¿algún concurso público para algo? ¿qué ingeniero redacta los proyectos?…efectivamente..no hacían nada, no evitaban nada y «trabajaban» también a merced de intereses privados (recuerden el chiringuito de Cala Gració…el permiso de Bambuku que estaba en pleno dominio público de costas, etc.).
En resumen, difícil solución queda en Sant Antoni. Aquí gobierna el OBeach y el MAMBO. Y los políticos se lo tragan de buena gana.