La primera semana de agosto dejará un fuerte contraste de las temperaturas en toda la península, que arrancará con mucho calor hasta miercoles-jueves y después sufrirá una caída importante en zonas del norte especialmente.
Ibiza sí que lo va a notar pero no tanto, con una primera mitad bastante calurosa, con máximas de hasta 33 grados hasta el miércoles-jueves y un descenso térmico posterior que suavizará un poco las temperaturas hasta máximas de 28-29 grados el viernes.
Lo vientos del norte y noroeste, que arrastrarán aire más frío, favorecerán un bajón térmico durante el jueves y el viernes en algunas ciudades penisulares del norte, donde los termómetros apenas superarán los 20 grados de máxima, es decir, temperaturas entre 5 y 10 grados por debajo de lo normal para esta época del año, ha pronosticado, Rubén Del Campo, portavoz de Aemet.
En concreto, serán «temperaturas más propias de finales de mayo o comienzos de junio que de plena canícula», el periodo más cálido del año, que comprende desde el 15 de julio hasta el 15 de agosto, y en el que nos encontramos ahora, ha explicado el portavoz.
Con respecto a la duración de este episodio fresco, se prevé «breve, de 2 a 3 días, como mucho», ha explicado Del Campo, quien detalla que a partir del sábado, las temperaturas comenzarán a subir de nuevo favoreciendo el «calor intenso» en la mayor parte del país sobre todo en el este, centro y sur de la península y en las Baleares.
Este lunes, las temperaturas serán superiores a los 34-36 grados en el sur de la península y en las Canarias, y hasta 40 grados o algo más en el Valle del Guadalquivir, mientras que para el martes, primer día de agosto, se espera alguna lluvia en Galicia y en las Comunidades Cantábricas, con valores que bajarán en el interior de la península, aunque subirán en el Cantábrico y en el Mediterráneo.
El miércoles habrá un «repunte de las temperaturas», salvo en Galicia, más acusado en el nordeste y este, donde ciudades como Barcelona, Castellón o Valencia rondarán los 33 grados y en el interior se superarán, de manera amplia, los 35 grados; en Zaragoza, Sevilla y Córdoba y en el sureste, como, por ejemplo, en la ciudad de Murcia, las máximas oscilarán entre 38-40 grados.
Para esta jornada se esperan muy pocas precipitaciones, excepto en Galicia y Comunidades Cantábricas, además de algún chubasco en el norte de Cataluña.
El jueves, un frente barrerá el norte con lluvias débiles en Galicia, Cantábrico y Pirineos y tras el paso de este frente, la entrada de vientos del norte y del noroeste arrastrarán aire más frío propiciando una «bajada generalizada de las temperaturas, notable en la mitad norte, especialmente en las diurnas».
El portavoz de Aemet ha hecho hincapié en que el descenso podrá ser de hasta más de 10 grados con respecto al día anterior en algunas zonas de la mitad norte, es decir, «un descenso extraordinario».
De esta manera, por ejemplo, en Pamplona el miércoles registrará unos 35 grados de máxima, para dar paso a un jueves con apenas 23 grados; en Zaragoza, el miércoles se podría rondar los 40 grados, y el jueves apenas 29 grados.
El descenso térmico también se notará en los valores nocturnos y así, en Burgos el jueves marcará 10 grados de mínima, en el momento más frío del día.
El viernes seguirá refrescando en el este de la península, aunque «las temperaturas comenzarán a subir un poco por el extremo occidental», y -ha alertado Del Campo- si se cumplen los pronósticos, ese día será «inusualmente frío para esta época del año».
A partir del sábado, comenzará a subir de nuevas temperaturas y volverá el calor intenso a la mayor parte del país, ha concluido el portavoz de Aemet.
Redacción / EFE