Tras la publicación en medios de comunicación locales, sobre el vertido de aguas residuales en el Torrente de Sa Llavanera, provenientes de la EDAR de Vila el pasado sábado 29 de julio, la Alianza por el Agua insiste en visibilizar esta problemática medio ambiental, que afecta de manera directa a nuestros ecosistemas acuáticos y a los vecinos de la zona, que desde hace ya varios años denuncian estos vertidos.
El torrente de Sa Llavanera, constituyó uno de los cursos de agua más largos de Ibiza, después del río de Santa Eulària y el torrente de Buscastell. El torrente de Sa llavanera, nace en la vertiente este del Puig d’en Tur, justo borde la carretera que rodea Santa Gertrudis hasta Sant Mateu, al término municipal de Sant Antoni de Portamany. Desde allí el torrente va hacia el sur de Santa Gertrudis y después pasa por Jesús, hacia Vila, para terminar en Ses feixes de Ses Monges y Talamanca, donde desemboca.
Actualmente, lo que fue un cauce natural de agua se encuentra totalmente antropizado. Desde hace varios años el torrente se hormigonó, lo que impide la infiltración natural del agua al subsuelo. Además, a causa de su ubicación a escasos metros de la depuradora de Vila, en repetidas ocasiones el torrente se ve afectado por los vertidos de aguas residuales que terminan en el torrente, sin mencionar que a diario el caudal deficientemente depurado proveniente de esta EDAR termina en nuestro litoral, causando un grave deterioro en la calidad de aguas de baños.
De acuerdo con los últimos datos publicados por ABAQUA en 2022, el 51.54% de las aguas provenientes de la depuradora de Vila incumplen los parámetros legales en materia de tratamiento de aguas residuales, sin mencionar que a lo largo del 2021 se reportó que «los efluentes de la depuradora de Ibiza, la más grande de la isla por volumen de agua residual tratado, incumplieron los requisitos de la normativa todos los meses del año 2021». En este contexto y a pesar de la millonaria multa que la Comisión Europea tramitó en 2018 a España por la mala depuración de esta instalación obsoleta, hoy en día estas aguas residuales continúan vertiéndose y contaminando nuestro lecho marino, habiendo claras evidencias de los impactos negativos de esta práctica, como lo son, el deterioro de la pradera de posidonia o los eventos puntuales de contaminación fecal, reportados en los últimos años.
Todo apunta que la solución ante esta problemática es la tan esperada puesta en funcionamiento de la Depuradora de Sa Coma, la cual hemos estado esperando desde hace ya 26 años. De acuerdo con el Ministerio de Transición Ecológica, la ansiada puesta en marcha de la EDAR de Sa Coma llegará el próximo verano 2024. La gran incógnita será, en un contexto de constantes eventos por sequía hídrica, cuáles son las infraestructuras que los ayuntamientos de San Antonio, Ibiza y Santa Eulalia pondrán en marcha para reutilizar los 25.200 m3/día que se tratarán en esta EDAR.
Ante la falta de soluciones en los temas de depuración y reutilización del agua, desde la Alianza por el Agua, este 2023 se reactivó el llamado ‘Pacto por el Agua de Ibiza’ para recordar a las administraciones todas aquellas acciones que siguen sin cumplirse desde el 2019, cuando nació este Pacto, y que en su mayoría estas acciones incumplidas están relacionadas con temas de depuración y reutilización del agua. En este sentido, la Alianza por el Agua, hace un llamamiento a todas las administraciones para poner en marcha las acciones descritas en el ‘Pacto por el Agua de Ibiza 2023’ y con ello convertirnos en una sociedad más resiliente ante los eventos de sequía hídrica.