John McKenna, de 22 años y originario de Crosby-on-Eden, Cumbria, en Inglaterra, falleció el pasado 23 de junio después de precipitarse desde una altura de cinco pisos en un hotel de Sant Antoni.
El joven era muy conocido en su lugar de origen por su profesión de electricista y, sobre todo, por ser jugador de fútbol en un equipo de la zona.
El canal ITVX informa hoy de que precisamente este martes el Tribunal Forense de Cockermouth ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte.
La forense Margaret Taylor ha explicado lo que se conoce del caso: “John había llegado al hotel a media mañana y decidió ir a desayunar. Después del desayuno encontró la puerta del apartamento cerrada y no pudo despertar a su amigo [para poder entrar en la habitación]. Por lo tanto, salió y vio que la puerta del balcón del patio estaba abierta. Creía que podía subir al balcón contiguo y saltar por su cuenta, pero muy trágicamente durante el salto se cayó y sufrió una lesión fatal en la cabeza”, relatan.
«Estamos esperando información de las autoridades en España y voy a suspender este asunto para que podamos estar seguros de que podemos reunir toda la información antes de volver a incluir el caso para una audiencia completa”, han comentado desde el tribunal.
Flores y una camiseta de fútbol en el pabellón de su club, el Scotby FC, recuerdan al joven que era toda una promesa del fútbol.
Se han recaudado hasta la fecha unas 28.000 libras para apoyar su repatriación y a la Fundación #JackTheLad. Esta organización benéfica ayuda a las familias que han perdido a sus seres queridos en accidentes en el extranjero.
Hay que subrayar que este verano está siendo especialmente trágico en cuanto a muertes de turistas en Ibiza, con ocho casos reportados desde el 23 de junio por presuntos balconings, ahogamientos, posibles sobredosis, paradas cardio respiratorias y saltos al vacío.
Tal vegada si s’adoptàssim mesures perquè ningú pogués fer el mico intentant passar de balcó a balcó, alguns d’ells amb excés de consum d’alcohol i drogues, potser no hi hauria tants de morts.
… Però això mateix s’ha dit i repetit moltes voltes anteriorment, i a ningú li sembla una prioritat, així que endavant amb la justícia britànica, tant de bo condemnin l’Ajuntament de Sant Antoni amb uns quants milions de lliures esterlines com a responsable civil subsidiari o, pitjor encara, en facin la publicitat que es mereix al Regne Unit i, en veure que s’acaba la clientela, hotels, bars, pubs i discoteques de Portmany, però també de Platja d’en Bossa i d’altre punts de «desmadre» es vegin obligats a controlar el que passa i no a mirar cap a una altra banda i, en alguns casos, a posar sa mà, cobrar i callar.
Tal vegada, si tot va ser com conten aquí, hauria set més intel·ligent anar a recepció a demanar una còpia de la clau, que no entenc la tacanyeria de vegades en no voler deixar una còpia per cada un dels clients de l’apartament i donar-ne només una, i más avui en dia que, amb les noves tecnologies, amb una targeteta electrònica ja basta.