El Consell de Ibiza ha acordado con los vecinos de Can Tomàs y Can Bonet poner en marcha un proyecto para cambiar la actual ubicación del paso de peatones de Can Tomàs, donde el pasado 31 de julio fue atropellado un hombre de 82 años, así como mejorar la señalización horizontal y vertical de la zona para «mejorar la seguridad vial» mientras dicho proyecto se materializa.
El conseller insular de Territorio, Movilidad e Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, se ha reunido hoy con representantes de las dos asociaciones de vecinos después de que la semana pasada ambos colectivos exigieran «soluciones inmediatas» y «actuaciones inminentes» que pusieran fin a los problemas de seguridad que sufren y evitaran así los atropellos que se producen.
Tras el encuentro, Juan ha explicado que desde la institución insular llevaban «meses trabajando» en la solución de «uno de los pasos de peatones más peligrosos que existen» en la carretera de Sant Antoni, como es el de Can Tomàs, pues así se habían comprometido «en una reunión previa».
Ha subrayado que han presentado a las asociaciones de vecinos dos «ideas o proyectos» diferentes para este punto. El primero consistía en poner un semáforo en el paso de peatones que existe «con todas las medidas de seguridad para cumplir la normativa perfectamente». El segundo apostaba por «una solución más integral», que no sólo diera respuesta a los problemas de seguridad, ha aseverado Juan.
«Sería desplazar el paso de cebra más hacia Sant Antoni, frente a lo que conocemos como el bar des Puig, alargando también con una acera que conectaría con una parada de autobús cercana», ha detallado el responsable de Infraestructuras Viarias en relación a esta segunda propuesta.
Juan ha agregado que esto garantizaría tener «un paso de peatones más seguro, mejor señalizado, mejor colocado y semaforizado convenientemente», al tiempo que «se conectaría con una parada de autobús y un establecimiento comercial muy frecuentado» por los vecinos y «solucionaría una pequeña salida que hay en ese lugar para los coches, para incorporarse a la carretera de Sant Antoni de una manera más eficiente y más segura».
«Esta segunda idea es la que los vecinos han elegido y es en la que estamos trabajando ya», ha indicado el conseller, al tiempo que las asociaciones de Can Bonet y Can Tomàs han señalado, en un comunicado de prensa conjunto, que ésta ha sido la propuesta que más les ha «convencido».
Medidas inmediatas ante un proceso que será «largo»
Juan ha reconocido que el proceso para que dicho proyecto esté ejecutado será «largo». «Este proyecto tiene que redactarse, aprobarse con alegaciones tanto del Govern balear, que es el que gestiona la vía, como del Ayuntamiento de Sant Antoni, y después se trata de licitar las obras y comenzarlas», ha resumido Juan, quien ha agregado que esto no se hace «ni en seis meses». «Es una tramitación larga que tenemos que seguir», ha apostillado.
En este sentido, desde los colectivos vecinales han detallado que «entre el encargo de la redacción del proyecto y la ejecución final del mismo transcurrirán unos 12 meses, 15 en el caso de que se presenten alegaciones».
Por ello, mientras se pone en marcha el proceso y se ejecuta, han pedido al conseller que «se hagan las actuaciones pertinentes para dar visibilidad al paso de peatones existente». En este sentido, Juan ha subrayado que se ha acordado «reforzar la señalización vertical y horizontal del paso de peatones tal cual está colocado». «Se trata de mejorar la seguridad tal y como se hizo, más o menos, en el cruce o el paso de peatones de Can Guillamó», ha resaltado el conseller.
Además, los vecinos han señalado que también se ha solicitado al Ayuntamiento de Sant Antoni que «el tramo que discurre desde antes del señalado paso y hasta la rotonda del Eroski sea declarado como tramo poblado, limitando la velocidad de los vehículos a 50 kilómetros por hora». «Dicha actuación permitiría también que se redujese la velocidad en el peligroso cruce semaforizado de Can Guillemó, para el ya se habían solicitado medidas», han agregado.
Sobre el radar de la DGT y otras propuestas
Durante el encuentro, Juan también ha trasladado a los vecinos de Can Bonet y Can Tomàs que todavía no han recibido respuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) a su petición para instalar un radar en el cruce de Can Guillamó, según han explicado fuentes del Consell de Ibiza. Asimismo, las citadas fuentes han señalado que las asociaciones han comunicado a Juan que van a presentar en el Consell un escrito con firmas que han recogido para las remitan a la DGT.
En este sentido, desde el colectivo de Can Bonet han propuesto al Consell que si la DGT rechaza la instalación del radar, se coloquen «semáforos como los que hay en otras carreteras que se ponen en rojo cuando se excede el límite de velocidad», una iniciativa que según los vecinos el conseller ha dicho que estudiarán.
Por su parte, los representantes del colectivo de Can Tomàs también han puesto de manifiesto «la problemática que sufren» en el barrio, ya que «la única vía que atraviesa el mismo se convierte, especialmente en verano, en una vía alternativa de salida de Sant Antoni», con un gran tráfico de vehículos que quieren evitar los atascos de la carretera, han detallado en su comunicado, en el que han agregado que han sugerido que se busquen «vías alternativas para desviar todo ese tráfico».
«Numerosos vehículos optan por acceder a la carretera a Ibiza a través del camino de sa Vorera y cruzar el barrio de Can Tomàs para enlazar con la carretera de Ibiza a Sant Antoni», han subrayado al tiempo que han recordado que el camino de Can Tomàs «es una vía estrecha y sin aceras, lo que hace que tantos vehículos, muchos de ellos circulando a gran velocidad por dicha vía, supongan un peligro exponencial para los vecinos».
Desde las asociaciones vecinales han señalado que seguirán «pendientes de las actuaciones que se hagan». «A pesar de agradecer la buena voluntad por parte del Consell, lamentamos que las medidas lleguen siempre tarde», han afirmado en referencia al atropello del pasado 31 de julio o del ocurrido en enero en el paso de peatones de Can Guillamó.
Vaya chapuzas.
El problema de ese paso de peatones es la situación? no.
Es la carretera.
Ponerlo al lado del bar (bien por ellos) no va a cambiar nada.
Que pongan una pasarela elevada o un tunel para cruzar en condiciones como en cualquier lugar de la tierra.
Pero no, lo mejor un radar a ver si supera en recaudación al de 5 KM atrás, en medio de una recta, con visibilidad.
Se nota cuales son las prioridades.
El problema son los conductores incívicos, temerarios e irresponsables…que son muchísimos en estas fechas. Pues UN RADAR es la solución idónea, es la única manera de qué frenen y además se recauda. Todo son ventajas. Es más, un RADAR DE TRAMO…sería lo ideal que abarque toda la recta de can Guillemó hasta la salida hacia Eivissa después del paso peatonal de es Puig…ya veríamos a ver si se corre tanto…
Té sentit declarar tot aquell tram com a urbà i amb velocitat de 50km/h. Abans de l’ampliació, ja era de 60km/h. La diferència de temps que es guanya en aquell tram entre anar a 80km/h o 50km/h és mínima, però la seguretat que es guanya és molta.