Sucedió este verano en Ibiza: una veintena de “inversores inmobiliarios” -aventuramos que especuladores, pero no lo sabemos con certeza- alquilan una espectacular villa a razón de 50.000 euros al día. Tras diez agotadores días de drogas a mansalva, ‘escorts’ de alto standing y banquetes con chef privado deciden acabar la fiesta por todo lo alto: llaman en plena madrugada del sábado al mánager del afamado DJ Black Coffee para pedirle que amenice el ‘after’ en la villa, que por supuesto cuenta con su propia sala de fiestas.
Tras consultarlo con su representado, el mánager comunica a los millonarios que no hay problema: Black Coffee acudirá a la villa en cuanto acabe su sesión en Hi! por el módico precio de 50.000 euros… la hora, algo menos de 1.000 euros el minuto. ¿50.000? ¡Qué venga tres horas, ‘money is not an issue’! Y allí que se planta el pinchadiscos para dar caché al guateque de los gringos.
Las comparaciones son odiosas, así que aquí va una: 50.000 euros es, euro arriba, euro abajo, lo que gana en un año un médico en Ibiza, un sueldo que, si bien está muy por encima del salario medio en Ibiza (unos 1.300 euros al mes) tampoco da para mucho, una vez satisfecho el absurdo alquiler de una vivienda en la isla.
Pero, insisto, las comparaciones son odiosas, así que sigamos con esta breve relación de dispendios, despilfarros y, en fin, “excentricidades” de eso que llaman -sin aparente ironía- “turismo de calidad”.
La mansión que cambia de color
Alguien me contó que en una zona de acantilados al norte de la isla se erige una mansión que tiene un pasadizo subacuático por el que se puede entrar a la finca desde el mar, en plan 007. Pensé que se trataba de una leyenda pitiusa hasta que fui a comprobarlo con mis propios ojos, y, como no tengo yate ni chalupa, lo hice nadando: ahí estaba la entrada secreta.
Tiempo después, una segunda persona que trabajó en la susodicha mansión me contó una anécdota aún más delirante de la villa de James Bond: su actual propietario es un multimillonario árabe (ignoro y creo que es irrelevante su nacionalidad, pero sí lo es su religión, como veremos). Resulta que el acaudalado dueño de la villa es bígamo, una condición que el Islam permite a los fieles, especialmente a aquellos que se lo pueden permitir económicamente, como es el caso.
Muy apropiadamente, las dos esposas de nuestro protagonista se llaman Fátima, y cada una de ellas tiene sus propias preferencias decorativas, de modo que cuando el hombre acude con la primera mujer -a quien llamaremos “Fátima Uno”, un equipo de decoradores pinta todas las habitaciones de verde y pone a juego la decoración de la casa. “Fátima Dos”, por su parte, es partidaria de los colores blanco y pastel, así que cuando aparece por Ibiza, el eficaz equipo de sirvientes redecora la casa con los citados tonos. Este proceso sucede tres o cuatro veces a lo largo del año. Nadie dijo que la poligamia saliera barata.
El ‘putibarco’ del príncipe saudí
Cambiamos de protagonista pero no de fe: al buen musulmán le espera cuadrilla de huríes en el Paraíso, pero el MEJOR musulmán no espera semejante promesa y prefiere montarse su Edén aquí en la Tierra. Aquí, en Ibiza.
La historia es bien conocida, pero no viene de más recordarla: el hijo del difunto rey Fahd de Arabia Saudí no faltó durante muchos veranos a su cita con las Pitiusas, donde siempre dejó muy buen recuerdo, amén de un reguero de propinas que eclipsaban muchos sueldos.
Abdul Aziz bin Fahd Al Saud llegaba cada verano con su megayate, en aquel momento (2010-2016), el más grande del mundo, con sus 144 metros de eslora.
Un megayate con helipuerto empieza a ser el estándar de la ‘clase media’ billonaria, así que el bueno de Abdul lo aderezaba con un segundo yate, de “sólo” 76 metros, en el que viajaba su harén particular: entre 30 y 40 huríes -improbablemente vírgenes- traídas de los más ostentosos lupanares de París, Moscú y Nueva York, y renovados cada dos semanas, para solaz del jeque y sus acompañantes. El segundo barco -bautizado como ‘el putibarco’ por los ibicencos- siempre surcaba los mares un par de millas detrás del buque insignia, igual que haría una buena esposa paseando con su marido por el bazar.
El voyeur de fiestas ajenas
Sucedió hace cinco veranos, una amiga estuvo allí y esto fue lo que me contó: “Me llamaron porque necesitaban invitados para una fiesta en una villa. Al parecer, el propietario era un millonario extranjero que acababa de llegar a Ibiza y quería celebrar una fiesta, pero no tenía amigos. Nos dieron 300 euros a cada uno, barra libre y música electrónica hasta las tantas”.
Hasta aquí bien. Patético, pero razonable: si uno no tiene amigos, se alquila unos cuantos y se monta una fiesta. Pero lo mejor está por llegar:
“El anfitrión nunca apareció. Según nos contaron los organizadores, estaba “disfrutando” de la fiesta desde sus estancias privadas, viendo cómo nos divertíamos a través de cámaras y micrófonos. No salió nunca”.
La próxima vez que pienses que no hay nada más triste que lo tuyo acuérdate de este pobre hombre, el voyeur de fiestas.
Una discoteca subterránea de quita y pon
Sucedió un par de años antes de la pandemia, cuando aún atábamos los perros con sobrasada. La pareja se casaba en Ibiza y quería dar la gran fiesta a sus 300 invitados. Por desgracia, la gigantesca villa que habían alquilado en Santa Gertrudis no disponía de una sala en condiciones para reunir a semejante multitud.
Por dinero no será, dijo el padre de la novia (esto me lo he inventado) y ordenó la construcción de una discoteca subterránea para 300 personas (y Black Coffee) para el fin de semana del evento, estancia que sería desmantelada inmediatamente después del mismo, en tanto invadía la finca del vecino y era cuestión de tiempo que los decibelios del ‘sound system’ acabaran afectando a los algarrobos del vecino. La faraónica obra se realizó en apenas un mes -seguramente con ingenieros alemanes, estilo ‘Better Call Saul’– y se desmanteló en quince días, con un coste estimado de varios millones de euros. Para una fiesta. Porque yo lo pago.
¿Vives o trabajas en Ibiza y estás en contacto con ultrarricos? Cuéntanos lo que más te haya impactado con un mail a la dirección ibizaleaks@noudiari.es. Prometemos absoluta confidencialidad.
Com d’eivissencs cada vegada en quedem menys, i recordant Isidoro Macabich… a Eivissa, només quedaran: fills de milionaris, fills de treballadors, i fills de desgraciats.
i també quedaran molts de fills de pu.. ( va per tants q arriven, s’omplen les butxaques sense cap remordiment i marxen.. sempre ajudats per quatre d’aqui desde la seva posició d’influencia )
Si esto es Luxury Ibiza, hace falta ser jilipoll…, .
Y la gente sin poder llegar a fin de mes.
..y de tanto dineral cuánto quedó en la sociedad ibicenca? me atrevo a pensar q el porcentaje es ínfimo..
¿Black Coffee? Buf. Otro «rey» desnudo al que todos ven con bellos ropajes desde su cabeza comida por el marketing y las drogas de diseño. La Ibiza actual es un lupanar rodeado de agua, un campo de minas lleno de idiotas a los que todo el mundo les baila el agua porque tienen dinero. Huir o morirse de asco parecen las únicas alternativas.
Enserio se van a poner a publicar las excentricidades de los capullos de los ricos que se han cargado toda la magia y el espíritu de la isla ,madre mia que mal está este mundo ,porque no publican y muestran como viven algunos trabajadores faltos de casas ,,,,hay muchas cosas que suceden en ibiza que merecen ser publicadas y comunicadas……….me cago en to,escriban sobre cómo se cargan la isla con sus lujos y caprichos estos h d p…..
los turistas ricos ( en dinero) no son los culpables, son los ricos ( en dinero) de aqui q han preferido enriquecerse aún más a costa del otro 90%, arruinando el futuro de toda lequeña y mediana empresa local. Votad al q tenga por motivación el beneficio social. ah, q no hay politicos asi? como los va a haber, si todo se basa en economia capitalista, donde vale mucho mas lo q tienes q lo q eres.. sociedad digital= sociedad infantilizada
es bueno q se publiquen estas cosas, porque el reguero de ilegalidades se han de denunciar, y q de una vez caigan los q las amparan.. por mucho apellido q tengan… podría aportar unas cuantas anécdotas.. pero no me fio de la «confidencialidad» prometida, ya q he acudido a autoridades locales en varias ocasiones para informarles, y su respuesta ha sido muy esclarecedora.. Huy.. ese pozo ilegal? oooh, eso es en casa de tal.. ahi sigue el pozo..
Huy, esa casa payesa centenaria reformada ( y destruida) sin permiso alguno??? es q es de tal millonario, y el asunto lo lleva tal y tal.. ahi está la mansión..
Huy.. q mi primo se compró una casa y lleva 7 años esperando un permiso para reparar la fachada?? pero.. q passssa.. q no tiene enchufe en el consell?? pues no habersela comprado..
..dato curioso, el vecino, tal millonario, ha convertido su casa payesa,vdel siglo XVII, q compró en 2021, en una mansión minimalista.. sin licencia alguna.. aah, es q doña «x», q se lo maneja todo, cobró unos millones a cambio de garantias d q podria hacer ( el millonario digital ) lo q le saliese de los co…. a cuantos han untado? aparte de a los vecinos, q estrenaron todos coche nuevo durante las obras…
Pues sabindo todo eso que dices ya podrias denunciarlo en medios, redes socials y donde haga falta.
Si es tan como dices ese caso no se puede ocultar tan facilmente si lo haces publico.
Vaya, así que según tú, lo que tiene que hacer es publicarlo en un medio y en redes sociales… Y qué puñetas se supone que es esta misma página en la que lo has escrito???
ahí os dejo una «M2 «