La madrugada del martes 29, una patrulla de la Guardia Civil observó a una motocicleta que circulaba en sentido contrario por una calle de la localidad. Al ver el coche patrulla, el conductor se cayó de la moto, se levantó y huyó a gran velocidad.
Los agentes iniciaron el seguimiento y vieron cómo en una maniobra, el motorista caía de nuevo. Le dieron alcance y al ir a identificarle, se revolvió contra ellos, intentando agredirles, por lo que tuvo que ser inmovilizado.
A continuación, los guardias solicitaron el apoyo de la Policía Local para la realización de la prueba de alcoholemia, que fue imposible por la actitud del motorista, que desprendía un fuerte olor a alcohol.
A continuación, le practicaron el test de drogas en anfetaminas, metanfetaminas, ketamina y cocaína, que dio un resultado positivo.