Por Soldat y D.V: Son ya más de tres años de trámites, pero el Ayuntamiento de Eivissa ya tiene encarrilada la vía legal para proceder a los desalojos de la zona más conflictiva de sa Penya, entre el carrer del Retir y el carrer Alt, y prevé realojar a los vecinos ‘legales’ a partir de enero. Según ha destacado este mediodía la alcaldesa, Marienna Sánchez Jáuregui, los servicios de intervención del Consistorio ya han avisado a los ocupantes de unas 35 infraviviendas de esta zona que deberán abandonarlas y a principios de año irán recibiendo las notificaciones correspondientes.
Sólo los vecinos de cinco de estas casas han podido demostrar que contaban con propiedad oficial, de manera que ahora el Ayuntamiento está ultimando las compensaciones y los trámites de realojo. Para este fin, el Consistorio ha reservado nueve viviendas de protección oficial de la última promoción de Can Cantó.
El esperado retorno de los vecinos
Una vez que la viviendas queden vacías, los técnicos entraran en ellas para determinar la solidez de sus estructuras, analizar sus problemas de salubridad, así como para catalogar los elementos arquitectónicos originales que se conservan. Hay que recordar que el informe de la Comisión Insular de Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico artístico (Ciothupa) ordenó impedir las demoliciones en la conocida como ‘Unidad de Actuación UA-27 de sa Penya’ y instaba a la “la recuperación de los elementos originales que conforman esta alineación histórica” que se remonta al siglo XVIII. Cualquier avance en esta zona debe pasar, por tanto, por un estudio detallado del interior de estas viviendas.
La intención del Consistorio con este desalojo es, además de que los técnicos puedan trabajar con tranquilidad, conseguir que vuelvan al barrio los vecinos que apostaron por la rehabilitación de sa Penya, adquirieron y reformaron viviendas en la calle Fosc, y que acabaron abandonando sus casas hastiados por la suciedad, el incivismo, el tráfico de drogas, la inseguridad y la inexistente presencia policial.