El colectivo Extinction Rebellion protagonizó ayer, coincidiendo con la visita de tres cruceros al puerto de Ibiza, una performance en el que rociaron un crucero de cartón con sirope de algarroba, «un guiño a pasadas acciones de este colectivo y de Futuro Vegetal contra las emisiones de lujo«, explican, en referencia a las acciones en las que rociaron con una pintura biodegradable un yate de lujo y un avión privado en Ibiza.
«Las Payesas rebeldes, que ya conocimos con su comparsa Prou Jets Privats en las Ruas de Carnavales, vuelven con el grito Prou Creuers! para llamar la atención sobre una industria que contamina nuestros aires y mares además de contribuir con sus gases de efecto invernadero a la crisis climática cuyos efectos se están sufriendo por todo el planeta», relatan.
«El transporte marítimo sigue siendo una de las principales fuentes de contaminación por partículas, que alcanzan cientos de kilómetros tierra adentro, pero especialmente intensa en las zonas costeras y los puertos», destacan desde este colectivo que llama la atención sobre las emisiones que salen por las chimeneas de estos barcos cuando están atracados en el puerto de Ibiza.
Un solo crucero emite tanto CO2 «como miles de coches, además de oxido de azufre, nitrógeno y partículas ultrafinas que expulsan a la atmósfera, incluso cuando están parados», remarcan.
Los tres buques que coincidieron ayer en el puerto eran MSC Seashore, Norwegian Viva y Scenic Eclipse. Los dos primeros tienen capacidad para 5.000 pasajeros.
«Desde Extinction Rebellion exigimos a las instituciones, a las empresas beneficiadas e incluso a la propia sociedad civil que reconozcan la gravedad de la situación y que se actúe en consecuencia transformando este modelo turístico insostenible y perjudicial con urgencia, adoptando medidas efectivas para la inmediata y drástica reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero», subrayan.