El director de la selección española masculina, Albert Luque, viajó a Ibiza el pasado mes de agosto, coincidiendo con la visita de las Campeonas del Mundo a la isla tras ganar el Mundial, con la intención de convencer a la jugadora Jenni Hermoso de que se posicionase a favor de Luis Rubiales tras el beso en la final del Mundial y las acusaciones de agresión sexual.
La jugadora, según publica en exclusiva El Mundo, se negó a reunirse con él en Ibiza, pero Luque trató de enviarle «el mensaje» a través de una amiga íntima de la jugadora a través de unos Whatsapps que también desvela este medio.
Luque escribió unos mensajes muy duros contra la jugadora en los que la llega a reprobar por su «bajeza humana» o su «poca empatía y humanidad» y en los que pronosticaba que «todo esto» se iba a volver en contra de la jugadora y que acabaría pagando por ello.
Este directivo, recuerda El Mundo, está imputado por la Audiencia Nacional por un presunto delito de coacciones a la jugadora por intentar que dijera públicamente que el beso que le había dado el ex presidente del fútbol español tras la final del Mundial femenino fue consentido.
«Me parece tan injusto, tan injusto, lo que se le está haciendo a Luis (Rubiales). Me parece de tanta bajeza humana la actitud de Jenni… Tan poca empatía y humanidad», dice uno de los mensajes de Luque a la amiga de su jugadora a la que presiona para que le explique que debe hacer un gesto hacia Luis Rubiales y quitarle el «marrón más grande de su vida».
Luque se mostró muy contrariado por no poder ver a la jugadora y hablar con ella en Ibiza: «¿No recibir al director deportivo de la RFEF y amigo dos minutos?», dijo en un mensaje.
«Sólo le deseo que la vida le devuelva lo que está haciendo pagar a una persona injustamente», sentenció.