El incendio del vertedero de Formentera no se ha dado por extinguido todavía, dos semanas después de que comenzara a arder. Por ello, y ante los fuertes vientos que sacuden las islas estos días, se ha extremado la vigilancia para que el efecto de la rachas no reavive las llamas.
Hasta las tres de la madrugada el fuerte viento levantó muchas pavesas (partículas pequeñas de materia inflamada que se desprenden y que suelen acabar convertidas en ceniza) y se han registrado varios conatos de incendio dentro del recinto del vertedero, «sin ninguna importancia porque se apagaron de inmediato», matiza el Consell.
La buena noticia es que los montones de residuos que ya han sido tratados han dejado de humear y ha bajado la violencia del fuego en los montones que siguen ardiendo.
Los agentes del Ibanat junto con el de Medio Ambiente han estado realizando rutas de vigilancia en la masa forestal colindante en los momentos de mayor fuerza del viento ya que las pavesas se llegaban a desplazar hasta 300 metros en dirección a la masa forestal, informan desde el Consell de Formentera.