El Pleno del Consell de Formentera ha aprobado hoy el aumento de las tasas del servicio de recogida, transporte y tratamiento de residuos sólidos urbanos y del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) «para adaptarlos al incremento de costes provocado por la nueva contrata de basura y los servicios inherentes a este».
El conseller de Promoción Económica y Administración Insular, José Manuel Alcaraz, ha admitido que “se trata de una decisión complicada y no agradable”, puesto que implica un incremento lineal del 30% en la tasa de recogida de basura.
Esto supondría que una vivienda considerada como primera residencia pasaría a pagar de 110,85 a 144,10 euros anuales y las viviendas ocupadas por pensionistas de 17,5 a 22,75 euros anuales.
Además, se ha aprobado de manera inicial un aumento del IBI del 0,75 al 0,88 en suelo urbano y del 0,70 al 0,83 en rústico.
“Si no se aplica este aumento, el déficit del servicio de recogida de basura superaría el 30% el año que viene, puesto que se preveía un coste de 4.943.699,10 euros y unos ingresos de 3.786.546,41 euros”, ha explicado Alcaraz, que ha insistido que hay que llevar a cabo esta modificación de las tasas “para evitar que el Consell colapse”.
Así mismo, ha explicado que el máximo de incremento que se puede imputar a la tasa de basura es del 30%, y los costes que no se pueden imputar a esta tasa «se aplican al Impuesto de Bienes Inmuebles obligados por la jurisprudencia que hay sobre este tema y que considera que los gastos en limpieza viaria, limpieza de playas y mantenimiento y limpieza de zonas verdes y caminos no se pueden imputar a la tasa de basura».
El conseller de Promoción Económica ha hecho hincapié que se mantienen las bonificaciones previstas en cada una de las tasas.
En cuanto a la urgencia en la hora de plantear esta modificación, José Manuel Alcaraz lo ha justificado en el hecho de que en la anterior legislatura «no se había dejado nada previsto en este sentido», a pesar de que el anterior equipo de Gobierno «ya sabía que aumentaba el coste de la contrata y, por lo tanto, habría que incrementar el coste de la tasa y tenía que estar listo para poderse aplicar a partir del 1 de enero de 2024«, aseguran.
Además del aumento del coste de la nueva contrata «adjudicada por el anterior equipo de gobierno, hay que sumar a los costes imputables al servicio la puesta en funcionamiento, en Ca na Putxa, de las nuevas instalaciones de tratamiento de residuos», afirman.
También ha entrado en vigor el Impuesto sobre el vertedero y el nuevo impuesto sobre los gastos de efecto invernadero generados en los vertederos, impuesto por la Orden Ministerial TED/789/2023, de 7 de julio.
Alcaraz ha matizado que no se ha tenido en cuenta de momento la reclamación de más de un millón de euros de la empresa adjudicataria PRECERO, «por la demora de la adjudicación de la contrata en 4 años por parte del anterior equipo de gobierno».
El conseller ha emplazado los grupos de la oposición a mantener las reuniones que sean oportunas para poder redistribuir este incremento de tasas en lo que respecta al año próximo. La propuesta ha salido adelante con los votos favorables del equipo de gobierno y los votos contrarios de los dos grupos de la oposición.
Duras críticas de GxF
En este sentido, GxF ha emitido un comunicado en el que critica con dureza la subida de impuestos «masiva e indiscriminada» del nuevo Equipo de Gobierno de Sa Unió.
«No han pasado más que cuatro meses de legislatura y el nuevo equipo de gobierno lleva a aprobación la primera subida de impuestos del mandato», subrayan.
«En un pleno extraordinario y urgente, Sa Unió sube de manera importante las dos figuras impositivas más importantes del Consell, la tasa de basuras y el Impuesto de Bienes inmuebles», relatan. «El tipo de gravamen de IBI por inmuebles ubicados en urbano pasará del 0,75% actual al 0,88% mientras que el tipo de gravamen de los inmuebles situados en diseminado se situará en el 0,83% en lugar del actual 0,70%, un incremento del 17,3% y un 18,6% respectivamente», añaden.
Por su parte, la tasa de basuras experimentará «una subida lineal del 30% para todos los ciudadanos y empresas», lamentan. «Desde GxF siempre hemos defendido y así lo continuaremos haciendo, un sistema impositivo justo y equilibrado que permita financiar los servicios que se prestan a la ciudadanía. El marco legal europeo está claro: quién contamina más tiene que pagar más. Repartir la subida de forma lineal desincentiva las inversiones para reducir la producción de residuos, puesto que los esfuerzos no se ven reconocidos», lamentan.
«Nos mostramos radicalmente contrarios a subidas masivas e indiscriminadas de los impuestos, que no disciernan entre jubilados y plazas hoteleras, entre primeras y segundas residencias, para continuar teniendo un sistema tributario, justo, progresivo y suficiente. Sa Unió y los partidos que la componen, se han pasado los últimos dieciocho años pregonando desde la oposición y en su discurso de investidura, que la primera decisión que tomarían una vez llegados en el gobierno sería la de bajar todos los impuestos. Eran promesas y afirmaciones que se basaban en la mentira y fundamentadas en la práctica habitual del Partido Popular, de hacer lo contrario en el gobierno de lo que dice cuando es a la oposición», relatan desde la oposición.
«La mentira repetida hasta la saciedad de que el Consell de Formentera presenta problemas económicos iba dirigida a preparar a su electorado hacia esta traición, el Consell insular era una institución saneada económicamente, con deuda cero y 10 millones de remanente a junio de 2023», concluyen.
Molt bé, com a bon govern d’esquerres a pujar impostos. Ai no, que ara governa els que baixen impostos. Millor fotre una bona pujada que quan venguin eleccions sa gent no se’n recordi