Sant Josep cerró el pasado 31 de octubre la temporada de salvamento y socorrismo en las playas del municipio. «Se realizó de manera eficiente y profesional en las diferentes playas del municipio, gracias a un equipo de socorristas comprometidos y una gestión coordinada por la Concejalía de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Litoral del Ayuntamiento», destacan desde el Consistorio.
Durante la temporada, contaron con una plantilla media de entre 48-50 socorristas, «a pesar de la dificultad para encontrar personal con la titulación requerida para prestar los servicios de salvamento y socorrismo», adminten.
«La rotación de personal dificultó la estabilización de las plantillas y la disponibilidad de socorristas para cubrir todos los puestos de trabajo disponibles. A lo largo de la temporada, se renovó el 50% de la plantilla», añaden en este sentido.
En cuando a los números del balance, se llevaron a cabo más de 25,000 acciones preventivas en las playas para reducir los riesgos de accidentes, informando los usuarios sobre áreas peligrosas como corrientes y canales de navegación, banderas (roja, medusas, etc.) y recordando la necesidad de cumplir con las regulaciones de la playa, como la presencia de perros y la eliminación de residuos.
Además, se realizaron más de 6,000 asistencias a usuarios, principalmente relacionadas con el tratamiento de picaduras de erizos de mar, heridas leves y lipotimias a causa de las altas temperaturas.
En 50 ocasiones, fue necesario trasladar a los usuarios de la playa a centros de atención médica.
Desafortunadamente, se reportaron dos defunciones durante la temporada, una en Cala Jondal, fuera de la zona de baño, donde el servicio de salvamento y socorrismo prestó atención , y otra en ses Salines, donde hubo un fallecimiento en la arena.
Las playas con el mayor número de intervenciones fueron las más concurridas: Ses Salines, Platges de Comte, Cala Tarida y Cala Bassa, que atraen a un gran número de visitantes durante la temporada.
Se realizaron más de 200 servicios de acompañamiento al baño para personas con movilidad reducida, principalmente en Salinas, Cala Vedella y Cala Bassa, y «este servicio recibió una gran acogida en todas las playas donde estuvo disponible», añaden.
El contrato empezó en 2019 y concluyó esta temporada 2023. Para la próxima temporada, se licitará de nuevo, y actualmente se están preparando las condiciones para la nueva licitación, que tiene que adaptarse a las nuevas necesidades detectadas en los últimos años y a la aprobación del convenio colectivo sectorial de Vigilancia Acuática y Socorrismo.
«En esta próxima licitación se tendrán en cuenta las peticiones y mejoras propuestas por los socorristas del municipio, como parte de un compromiso de mejora adquirido por el Ayuntamiento para evitar una huelga de socorristas que estaba prevista para julio y que finalmente no se llevó a cabo gracias al esfuerzo conjunto de la empresa, los socorristas y el Ayuntamiento», concluye el Consistorio.