El artista Lorenzo Quinn, de 57 años e hijo del legendario actor Anthony Quinn, ha sido siempre un enamorado de Ibiza, un lugar en el que ha encontrado campo abonado para mostrar sus esculturas, arte al que se dedica tras abandonar una discreta carrera de actor. Algunas de sus piezas -muy recordadas sus figuras de manos- decoran varios de los restaurantes más glamurosos de la isla, además de algún puerto deportivo y decenas de chalés de alto standing. Junto a su ahora ex mujer, Giovanna Cicutto, Quinn era un rosto habitual del verano ibicenco, un lugar al que se escapaban desde Barcelona siempre que podían. Tal es su vinculación con la isla que el artista ejercía de «embajador» de Ibiza Luxury Destination, un proyecto de Fomento del Turismo para promocionar la isla. Sin embargo, este hilo que le une a la isla se ha convertido en un motivo de disputa más en el traumático divorcio que está atravesando la pareja y que ha estallado esta semana con graves acusaciones cruzadas: Quinn denunció que su ahora ex mujer estaba distribuyendo imágenes de su pene sin autorización. Ahora se sabe que uno de los principales motivos de esta divorcio belicoso se podría deber a la disputa sobre la propiedad de un terreno en Ibiza, según explicó ayer la misma ex mujer en el programa Ahora Sonsoles de Antena 3.
De momento, lo que durante más de tres décadas fue uno de los matrimonios más envidiados del panorama rosa español ha explotado por los aires. Quinn, además de los ataques a su privacidad, denuncia haber sufrido maltrato por parte de su pareja durante varios años, además de «destrozos» en su taller. Ella, por su parte también le acusa de maltrato psicológico y le ha lanzado una dura invectiva: «Eres peor que tu padre», una mención al conocido actor Anthony Quinn, fallecido hace ya 22 años.