Como ya hice en la carta del pasado año, me gustaría en primer lugar agradecer a todos los trabajadores y voluntarios de Cáritas su entrega y empatía, y a todos los socios su estable compromiso, que tanto necesitamos.
Tampoco puedo olvidar a todas las personas, empresas y entidades que en 2023 nos han ayudado, bien sea económicamente, en especie, o con acuerdos de colaboración.
Especial agradecimiento merecen Ushuaïa-Hï por su extraordinaria donación, que nos permitió encarar el año sin arrastrar el déficit de 2022, y Vibra Hotels, cuya notable acción, en una iniciativa sin precedentes, ha involucrado a veinte empresas en la reforma y recuperación del Centro de Acogida.
Estos esfuerzos conjuntos han permitido que en el año 2023 hayamos incrementado nuestra actividad en las tres principales áreas de Cáritas, la asistencial, la socio-educativa y la sociolaboral, con un 19% más de personas atendidas que el año anterior.
En reparto de comida se han hecho un 18% más de entregas. Hemos ampliado la plantilla de Betania, mejorando la atención a los chicos asistentes al centro, y en Can Pep Xico hemos preparado nuevos talleres con los que aumentar las posibilidades laborales y de integración de los participantes. Hemos establecido líneas de colaboración con la PIMEEF y empresas en temas de formación, promoción e inserción laboral, lo que ha contribuido a conseguir un 25% más de empleos que el año anterior. Hemos llevado a cabo la reforma del piso que se utilizará para permisos penitenciarios y hemos destinado una vivienda a urgencias, cubriendo un importante hueco en la isla.
En el centro de día y en el comedor social, sin embargo, y a pesar del aumento de la demanda, hemos mantenido el nivel de actividad, ya que el espacio disponible nos impide crecer.
Este 2024 que acaba de empezar, llega con nuevos e importantes retos para nosotros. Tenemos la responsabilidad y la ilusión de poner en funcionamiento los dos centros de acogida: el general y el destinado a permisos penitenciarios. Esto supondrá un antes y un después en nuestra labor de atención a las personas más necesitadas, pues nos permitirá iniciar una nueva andadura en la acogida de personas sin techo, algo sumamente estimulante pero que a su vez exigirá un importante incremento de plantilla y considerables gastos de gestión.
Por otro lado, en cuanto se expida la licencia deberemos acometer la construcción de la nave, cuyo coste superará los dos millones de euros y donde además del almacenamiento y logística de la ropa de recogida, se centralizará toda el área laboral de orientación, formación, talleres e inserción, así como los servicios administrativos de Cáritas y su dirección.
Y todo ello lo tendremos que llevar a término sin menoscabo de la atención que precisa nuestra actividad habitual con sus numerosos frentes, máxime si tenemos en cuenta que la cantidad de personas que necesitan nuestra ayuda va en aumento año tras año.
Es un desafío importante, pero quiero trasladar mi optimismo y la esperanza de poder llevar todos nuestros proyectos a buen fin, pues hay indicios que nos llevan a pensar así.
El primer indicio de una mayor concienciación de la sociedad pitiusa en general ha sido que, habiendo aumentado nuestra actividad, hemos disminuido considerablemente nuestro déficit y esto es gracias a las ayudas recibidas; aun así, necesitamos aumentar las aportaciones estables para poder planificar mejor.
Por otro lado, las empresas son cada vez más conscientes de su responsabilidad en este campo, incluyendo en sus presupuestos partidas específicas para acción social, y saben que en Cáritas tienen un medio fiable y eficaz para ejercer esa responsabilidad.
En cuanto a la Administración, se ha producido un positivo cambio de tendencia en el Consell, que opta cada vez más por establecer convenios o contratos en detrimento de las subvenciones, las cuales raramente cubren todos los gastos.
En conclusión, las necesidades van en aumento y este año pediremos más colaboración y apoyo que nunca.
Necesitaremos la ayuda de todos y la continuaremos necesitando mientras haya personas que requieran la nuestra.
Acabaré igual que lo hice en mi anterior misiva, destacando la enorme satisfacción que supone para los que somos voluntarios de Cáritas y sus trabajadores todo lo logrado en 2023 y deseando a los habitantes de Ibiza y Formentera un feliz año 2024.
Juan Torres Marí
Director de Càritas Diocesana d’Eivissa i Formentera