@Noudiari / Seis jornadas sin ganar y anclado en el fondo de la clasificación, al San Rafael necesita una reacción inmediata para ganar confianza y salir del pozo en el que se ha metido sin querer en este complicado arranque de Liga que esta viviendo. Este domingo recibe en casa al Montuïri, a las cinco y media de la tarde, un rival que también se encuentra en la parte baja de la clasificación, decimonoveno, y que, como los ibicencos, es víctima de los nervios que comportan cualquier urgencia.
Es un duelo en las catacumbas de la Liga en el que el equipo de Vicente Román debe demostrar sobre el terreno de juego la superioridad que se le supone sobre el papel. No es un partido a vida o muerte porque quedan muchas jornadas por delante, pero se asemeja bastante a uno de los partidos decisivos, más por el factor anímico que por otras necesidades.
A los futbolistas les cuesta superar los baches si estos se prolongan en el tiempo y aunque el entrenador del San Rafael, Vicente Román, no se cansa de decir que el mejor nivel del San Rafael no llegará hasta dentro de al menos cuatro o cinco jornadas, lo cierto es que una victoria le iría de perlas al equipo para ganar tranquilidad y sosiego en un deporte en el que el viento, cuando vienen mal dadas, nunca sopla a favor. Por juego y calidad, el San Rafael debería estar más arriba en la tabla, pero las circunstancias han querido que el equipo sea a día de hoy último en la tabla.
Una victoria, por justa que fuera, serviría a los rafaler para alejar todos los fantasmas que les persiguen por culpa de su titubeante inicio de Liga y eso es lo que va a buscar el equipo ibicenco ante un rival, el Montuïri, que también está tocado. Si uno de los dos sale perdedor de este envite la derrota le pesará como una losa.