Vicent Ribas / Un grave déficit de atención ha impedido que el Formentera ganara hoy al Manacor un partido que tenía en el zurrón a falta de 28 minutos para el final del tiempo reglamentado, cuando iba 2 a 0 en el marcador y jugaba contra nueve. No es la primera vez que le ocurre. Sucedió igual ante el Ferriolense, aunque en aquella oportunidad, 1 a 0, no hubo consecuencias. No ha aprendido el equipo de Luis Elcacho a rematar la faena, a mandar claramente sobre el campo cuando tiene ventaja numérica en el rectángulo de juego ni a aprovechar los espacios que le ofrece la superioridad para no tener que vivir abonado al sobresalto y sufrir hasta el final como hacen los conjuntos menores.
En esta ocasión ha perdido dos puntos, pero si no halla rápidamente un tratamiento efectivo para las lagunas de juego y apagones mentales que le sobrevienen sin motivo aparente debe concienciarse de que al final de la Liga no estará donde quiere llegar. En fútbol se ven cosas muy raras, como la que le ha pasado hoy al Formentera, que tenía el trabajo hecho con dos goles de ventaja y dos hombres más en el césped y ha dejado empatarse por un rival de juego pendenciero y subterráneo que con estas armas se ha bastado para desquiciar a su rival y suplir las carencias técnicas que acusa.
Todo tiene una explicación y el partido del Formentera no representa una excepción. Como ante el Ferriolense, el Formentera ha pensado que ya había hecho suficiente cuando mandaba 2 a 0 en el marcador y se ha echado una siesta. El centro del campo se ha desconectado por completo coincidiendo con el cambio de Armando por Bernal y en vez de retener el balón en la medular y hacer correr al Manacor de un lado a otro, el cuero le ha quemado en el pie y lo ha rifado con tan mala suerte que el rival tenía el número del premio, esta vez un punto que le sabe a gloria, a victoria, en vista de cómo le había ido el encuentro hasta ese momento.
Inocencia
Empezó bien el Formentera, que en una acción de laboratorio se puso por delante tras un libre directo sacado en corto que Adrián alojó en la red de un zapatazo desde la frontal cuando corría el minuto 11 de la primera mitad. Todo apuntaba hacia un placentero partido para los jugadores del bloque formenterense, que se retiraron al descanso con 1 a 0 en el luminoso. Mejor se le pusieron las cosas cuando en el 62, una jugada de Mourad por banda desembocó en un centro sobre Diego Romero que el capitán convirtió en gol. Dos minutos después, Borete, del Manacor, era expulsado con roja directa por una fea entrada sobre Titi.
En vez de arrollar, el Formentera se dejó llevar, más aun cuando en el minuto 72 Kike veía la segunda amarilla y se quedaban once contra nueve. Le faltó instinto depredador al conjunto formenterense para darse un festín a costa de un adversario malherido y agonizante al que dejó, craso error, recuperarse durante unos instante. Cuando se vio acorralado y sin salida, el Manacor embistió al Formentera en un último intento a la desesperada por salir de pie del envite y halló petróleo de la nada, en dos cabezazos de Julián y Lluís, este último en el minuto 94, con los que le birló dos puntos a un Formentera con sorprendentes síntomas de bisoñoez cuando, en cambio, tiene la suficiente experiencia como para no verse en situaciones como esta.
Elcacho no quiso hablar
Con un portazo y jurando en arameo. Así salió el entrenador del Formentera, Luis Elcacho, de su vestuario tras el encuentro ante el Manacor. No quiso atender a la prensa y enfiló el camino del aparcamiento sin más. De su forma de actuar se deduce el monumental enfado que llevaba con sus futbolistas por haberse dejado empatar cuando lo tenían todo a favor para adjudicarse el triunfo ante el Manacor. No es la primera vez que el técnico del equipo formenterense reacciona de esta manera. Lo hizo anteriormente esta misma temporada tras el encuentro con el Ferriolense, un partido similar al de esta jornada pero en el que su conjunto, finalmente, acabó ganando. Seguramente sea la manera más fácil de no decir lo que piensa sin pensar lo que dice, de no salir del tono sosegado que acostumbra a emplear, aunque eso no quita que el aficionado quiera y merezca saber de primera mano qué opina y a qué achaca el entrenador los errores cometidos por los jugadores.
2.- Formentera: Marcos Contreras, Òscar Mayans, Adrián, Carlos Larra, Kevin, Armando (Bernal, min. 71), Mourad, Maikel, Piquero (Carlos López, min. 87), Winde (Titi, min 63) y Diego Romero.
2.- Manacor: Henrique, Borete, Alberto, Abel, Petete, Kike, Pere (Lluís, min. 80), Barbón, Julià, Mut y Marí (Sete, min. 80).
Goles: 1-0. Minuto 11. Adrián, desde fuera del área. 2-0. Minuto 62. Diego Romero a pase de Mourad. 2-1. Minuto 70. Julià, a placer tras ganar la espalda a Carlos Larra. 2-2. Minuto 94. Lluís, de cabeza.
Árbitro: Moisés Martínez Mayol, asistido en las bandas por Mateu Busquets y Carlos Galiano. Mostró amarilla a los locales Carlos Larra, Kevin, Armando, Winde, Diego Romero y Titi y a los visitantes Abel, Mut y Kike, a este último en dos ocasiones por lo que fue expulsado en el minuto 72. Expulsó, asimismo, al defensa del Manacor Borete por una durísima entrada sobre Titi en el minuto 64.
Incidencias: Unas 350 personas en el municipal de Sant Francesc. Mañana nublada y temperatura agradable.