La obesidad es, sin duda, uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos actualmente a la hora de abordar el estado de salud y la calidad de vida de las personas. Según el Módulo de Salud de la Encuesta de Condiciones de Vida 2022, en España un 34,3% de las personas de 18 y más años tienen sobrepeso y un 14,1% obesidad.
Las consecuencias para la salud son bien conocidas: mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, de padecer diabetes, osteoartritis o algunos cánceres, entre otras dolencias.
En un primer momento, la obesidad se aborda con un cambio de hábitos y pautas de estilo de vida, pero son muchos los factores que intervienen en esta patología, por lo que en función del grado de obesidad y las características de cada paciente, puede ser necesario recurrir a tratamiento farmacológico o a una intervención quirúrgica.
Y es en este último caso donde la cirugía asistida con robot Da Vinci está ofreciendo numerosas ventajas, tanto para los pacientes como para los cirujanos. Tal y como señala la doctora Paula Martínez Pérez, cirujana general de Grupo Policlínica en Ibiza, «los pacientes intervenidos mediante cirugía robótica se benefician de una recuperación más rápida y menor dolor postoperatorio, que se traduce en un menor tiempo de estancia hospitalaria».
«Por lo general, los pacientes son dados de alta a las 48-72 horas de la intervención, con una serie de recomendaciones, y en unos pocos días más pueden volver de nuevo a sus actividades cotidianas y a la actividad laboral», apunta.
Si para los pacientes, la cirugía asistida por robot supone una ventaja, para el cirujano ha supuesto una gran revolución. «Gracias a su cámara, permite una mejor visión en tercera dimensión, permitiendo ver al paciente como si estuvieras realmente dentro», cuenta Martínez.
Asimismo, la capacidad de los brazos del robot de simular -e incluso superar- el movimiento y giro de la muñeca del cirujano, permite lograr una mayor amplitud y «realizar ciertos movimientos que serían muy difíciles, por no decir imposibles, mediante cirugía laparoscópica”, afirma la cirujana de Grupo Policlínica. Además, el robot elimina el temblor natural del cirujano, consiguiendo una mayor precisión en los movimientos.
En el caso concreto de las cirugías para abordar la obesidad mediante la modificación del sistema digestivo, la llamada cirugía bariátrica, la utilización del robot Da Vinci es especialmente útil porque, en técnicas como el bypass gástrico (donde se reduce el tamaño del estómago creando un pequeño reservorio que se conecta directamente con el intestino delgado), se necesita realizar movimientos de disección extremadamente precisos.
Evaluación previa
La cirugía bariátrica está indicada para pacientes con un índice de masa corporal superior a 40, o superior a 35 en el caso de las personas con síndrome metabólico.
«Los pacientes candidatos deberán pasar por un comité multidisciplinar, en el que participan cirujanos, endocrinos, digestivos y psicólogos. Entre todos, se decide si el candidato a cirugía bariátrica es adecuado o, por el contrario, se desestima la intervención», afirma Martínez.
Si se lleva a cabo finalmente la operación, los resultados esperables son una reducción del peso a corto-medio plazo, además de una disminución de las comorbilidades asociadas a la obesidad.
«Una de las mayores ventajas es la capacidad para mejorar la diabetes mellitus tipo 2, hasta en un 85%, incluso antes de conseguir la pérdida de peso esperable», señala la especialista.
El combate de la obesidad, además, reduce notablemente a nivel global la morbimortalidad cardiovascular, así como la mortalidad por tumores hormonodependientes, como el de endometrio y el de mama en la mujer o el de próstata en el varón.
Tras la cirugía
A pesar de que la cirugía robótica permite recuperaciones exprés, los pacientes intervenidos deberán observar una serie de recomendaciones, tanto nutricionales a cargo del endocrino, como de cuidados generales por parte del cirujano, ya que el cuerpo debe habituarse a su nuevo sistema digestivo.
Se estima que la cirugía bariátrica permite al paciente perder hasta el 70-80% de su exceso de peso; el resto deberá ser combatido con un estilo de vida saludable.
Asimismo, la posibilidad de volver a ganar el peso perdido suele ser menor del 15% si el resultado de la operación es eficaz. «A largo plazo, los resultados determinarán el éxito de la indicación quirúrgica y van a condicionar la calidad de vida del paciente operado», apunta Martínez.
«En cualquier caso, hay que tener en cuenta siempre que una intervención quirúrgica bariátrica se realiza siempre por motivos de salud, no estéticos, y que adoptar unos hábitos de vida saludables serán determinantes para mantener las ventajas asociadas a la operación», concluye la especialista.