Por D.V: El Banco Mare Nostrum (BMN), la entidad surgida de la fusión de Sa Nostra con Caja Granada, Caixa Penedès y Caja Murcia, recibirá 730 millones de euros procedentes de la Comisión Europea. Esta ayuda se ha confirmado después de que Bruselas haya aprobado el plan de reestructuración que presentó BMN y que, según ha afirmado el vicepresidente comunitario, Joaquín Almunia, “se ajustan a la normativa europea” y les permitirá, en un futuro, “ser rentables sin la ayuda del Estado”.
Obviamente, esta ayuda económica no llega a cambio de nada, y BMN deberá aplicar una serie de medidas para cumplir las condiciones que impone esta inyección de fondos. Así, tanto Sa Nostra como las otras entidades que conforman BMN deberán reducir su tamaño en un 40%, lo que implicará sin duda el cierre de una parte sustancial de sus oficinas a lo largo de 2013.
No obstante, el cierre de oficinas de Sa Nostra en Balears se intentará minimizar ya que, en principio, la prioridad será traspasar las oficinas de Cataluña y Aragón al Banco de Sabadell. Tras este proceso, Sa Nostra volverá tener un ámbito estrictamente balear.
Una recapitalización indispensable para sobrevivir
La ayuda europea cubre sólo una parte de las necesidades de financiación de BMN y Sa Nostra, ya que sus necesidades económicas habían sido estimadas en 2.208 millones de euros según la consultora Oliver & Wyman.. El plan de saneamiento se completará con una venta de activos, medidas de ahorro -es decir, cierre de oficinas- y un trasvase de activos tóxicos al Sareb, más conocido como “banco malo”.
La Comisión Europea, además, también impone un cambio de gestión en las entidades recapitalizadas. Así, Sa Nostra será obligada a abandonar el negocio inmobiliario y centrarse en el negocio minorista y la concesión de créditos a familias y pymes. En resumen, volver al modelo de gestión de las antiguas cajas de ahorro y que tan buenos resultados obtuvo durante décadas, antes de que decidieran embarcarse en la carrera de la especulación inmobiliaria.
El presidente de BMN, Carlos Egea Krauel, ha manifestado que, gracias a esta recapitalización, la entidad se mantiene como “un proyecto autónomo y viable. Ahora empieza una nueva etapa en la que nos podremos dedicar con mayor empeño a la actividad financiera, intensificando la proximidad y el servicio a los clientes y el apoyo a los pymes”. Las severísimas órdenes de la Comisión Europea ayudarán, qué duda cabe, a que se le dedique suficiente empeño a estos propósitos.
Está previsto, además, que BMN empiece a cotizar en bolsa a lo largo de 2013. Las entidades que lo conforman tampoco podrán publicitar esta ayuda pública ni usarla para fines comerciales.