Parte de las trabajadoras y trabajadores del centro penitenciario de Ibiza se han concentrado esta mañana en las puertas de la prisión en repulsa del asesinato de la trabajadora del centro penitenciario Más d´Enric de Tarragona.
El pasado miércoles, la mujer, de 48 años, acudió a su puesto de su trabajo, donde fue apuñalada por un preso que cumplía condena por matar a una mujer que ejercía la prostitución. Le asestó una puñalada y se suicidió.
Su asesinato ha teñido de todos los empleados públicos penitenciarios, tal y como señalan los representantes sindicales de CCOO, CSIF, CIG y UGT-Acaip en un comunicado conjunto.
A la consternación, la rabia y el dolor que sienten ahora sus compañeros y compañeras, se suma una pregunta: ¿cuándo y dónde será la próxima víctima?
«La política penitenciaria actual centrada en maquillar estadísticas no tiene en cuenta uno de los principios básicos de nuestra legislación penitenciaria, que es adaptar el tratamiento al perfil concreto de cada interno, es decir la individualización del tratamiento», lamentan los representantes de los trabajadores.
«No se pueden aplicar políticas generalistas a perfiles tan distintos. La población reclusa ha cambiado mucho en los últimos 20 años, y el sistema debe adaptarse a estos cambios, tanto en protocolos, como en dotación de medios materiales y humanos», añaden.
Es «inconcebible», afirman que, en 2024, los trabajadores penitenciarios «aún no sean considerados agentes de autoridad a la hora de realizar sus funciones, una reivindicación histórica del colectivo que debe ser asumida como prioridad para la clase política».
Reclaman que se concreten las modificaciones legislativas precisas para dotar de esta condición a los empleados públicos que trabajan en las prisiones españolas.
«Hoy rendimos nuestro más sentido homenaje a nuestra compañera Nuria, el primer asesinato de un trabajador penitenciario en su puesto de trabajo. No se puede repetir. Todos con Nuria. Nuestro más sentido pésame. Descanse en paz», concluyen.