EFE / Baleares registró una media de 71 accidentes de trabajo cada día durante 2023, una cifra que alcanza niveles más dramáticos en la siniestralidad mortal, con 21 fallecimientos en el trabajo, según los datos provisionales del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Con motivo del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el trabajo, el sindicato CCOO ha señalado en una nota que la media en Baleares se extrae de una muestra de 22.555 accidentes de trabajo (AT) en jornada con baja y los 3.490 accidentes laborales registrados ‘in itinere’, cuando la persona trabajadora sufre el incidente al ir o volver del lugar del trabajo.
El sindicato ha lamentado las 15 muertes registradas el pasado año en Baleares en jornada de trabajo y las seis ocurridas cuando el empleado se dirigía o se iba de su lugar de trabajo, una cifra que preocupa a CCOO, ya que en 2022 se contabilizaron 12.
«Nuestra comunidad ostenta, un año más, el triste récord del índice más alto de incidencia de accidentes de trabajo en jornada con baja», han afirmado desde esta entidad.
Además, la siniestralidad laboral que se concentra mayoritariamente en tres sectores, con 6.455 accidentes en Hostelería, en Construcción 4.533 y 2.552 en el sector del comercio o la reparación de vehículos de motor.
El perfil del accidente en jornada de trabajo es masculino, al ocupar los varones actividades con mayor nivel de siniestralidad.
La otra cara de la salud laboral
Para CCOO, la otra cara de la salud laboral son las enfermedades profesionales (EEPP). A diferencia de los accidentes de trabajo, las EEPP tienen un perfil femenino: a nivel estatal, el 53% de los partes corresponden al sexo femenino. Las enfermedades son la gran asignatura pendiente de la salud laboral, donde persiste el problema de su subregistro.
Son muchas las causas que explican su deficiente notificación: dificultad en ocasiones de establecer la causalidad entre la enfermedad y las exposiciones laborales, o la incongruencia de que sean las Mutuas las responsables de la comunicación de la enfermedad derivada del trabajo y de su aseguramiento.
En Baleares, la principal dificultad es que no se ha puesto en marcha un sistema de comunicación de la sospecha de enfermedad profesional en el sistema público de salud. En nuestra comunidad se han comunicado 468 partes de EEPP en 2023.
«La siniestralidad es actualmente el peor indicador socioeconómico en las islas. Pero a pesar de ello, su prevención no es una prioridad para la mayoría de las empresas y la administración autonómica, por su parte, tampoco ha reforzado, incrementado los recursos humanos y técnicos en la medida necesaria para evitar o reducir esta sangría», han denunciado desde la organización sindical.
«No podemos normalizar los accidentes como un hecho inevitable», han insistido. «El mayor reto es conseguir que todas las empresas, cumplan a rajatabla con la normativa en materia de prevención de riesgos laborales, y lograr entornos de trabajo seguros y saludables», ha añadido CCOO en las islas.