La discoteca Privilege ya es historia. Los trabajos que se están realizando desde hace meses en la famosa sala de Sant Rafel, antes KU, han dejado la estructura en el chasis y ya ha desaparecido el famoso rótulo gigante de la cúpula metálica.
El futuro de la sala, propiedad del Grupo de Empresas Matutes (Bahía de San Antonio S.A), no ha sido desvelado por el momento pero todo indica que estamos ante algo más que una rehabilitación, ya que se está desmantelando por completo.
Hay que recordar, en este sentido, que la Comisión de Ordenación Turística del Consell Insular de Ibiza dio luz verde en noviembre del año pasado al proyecto de reforma de la discoteca Privilege Ibiza, ubicada en Sant Rafael, junto la carretera de Sant Antoni.
Esta sala de fiestas, que durante años ostentó el título de la más grande del mundo y que albergó fiestas tan recordadas como Supermartxé, Brutal o Manumission (ahora en Pikes), está siendo desmantelada con un proyecto de reforma con una inversión de gasto de unos 8,2 millones de euros destinados, según el proyecto, “a la rehabilitación y mejoras en circularidad de agua y energía solar”.
El permiso se obtuvo, explicaba entonces el Consell, en virtud de la normativa COVID aprobada por el anterior Govern balear. Así, en 2020 el Consell de Govern aprobó, como medida extraordinaria por el Covid, un decreto ley que permitía a los hoteles aumentar su superficie hasta un 15% para adaptarse a los cambios derivados de la crisis del coronavirus y modernizar su oferta, siempre que no aumentasen sus plazas ni elevasen su altura y que además permitía la realización de obras de reforma y remodelación sin necesidad de licencia municipal de construcción. Esta medida se extendía también a establecimientos de restauración y ocio.
Privilege permanece cerrada desde el fin de la temporada 2019. Tras la crisis del coronavirus, la propiedad pasó al 100% a manos de la familia Matutes. Antes eran copropietarios junto con el empresario vasco José Maria Echániz.
Los rumores de la reforma y planes de apertura provocaron un comunicado del grupo ecologista GEN-GOB en el que pedían a Sant Antoni que no le diese permiso de sala de fiestas para su posible reapertura.
Las incógnitas sobre su futuro siguen abiertas, ya que Abel Matutes Prats, presidente de Palladium Hotel Group se guardó el secreto a preguntas de Pete Tong en su reciente intervención en el International Music Summit (IMS) de Ibiza, celebrado hace solo unos días.
Los residentes de San Rafael volverán a sufrir las molestias y los inconvenientes, que, durante más de 40 años han sufrido. ruidos, escándalos, peleas, vómitos, orines, drogas y robos volverán a la orden del día.
En este establecimiento podrían construir un agro turismo familiar, un albergue para gente trabajadora, un centro cultural., pero no, van a lo fácil y rapido: el maldito dinero y lo que trae consigo sin importarle los «parroquianos».
El lumbreras del alcalde de Sant Antoni esta muy callado en este tema. Se nota claramente para quien trabaja.
Claro porque desde hace más de 40 años nadie sabía que ahí hay una discoteca.
El centro cultural viene existiendo desde hace más de 40 años. Mira los carteles que ha tenido la discoteca, que han puesto a la isla en el foco (Tiesto, Caballé y Mercury, Jamiroquai, festivales de la MTV y radio 1…) sin necesidad de dar un euro público.
Porque el centro cultural de, pongamos, exhibición de herramientas de labranza de la payesía, no lo pensabas poner arriesgando tu dinero porque sabes que a nadie le interesaría, ¿verdad?
Un museo etnologico vendría bien, Sta Eulalia lo tiene, y atrae a cientos de visitantes.
No hace muchos años, en San Rafael existían varios artesano ceramistas, que tal un museo de cerámica?,
La cultura tiene muchas formas, algunas en forma de estupidez como su «ilustre» cerebro.
Pero bueno, para que hacerse mala sangre con alguien que no tiene dos dedos de frente.