Rodajes sin permiso en un terreno privado y protegido medioambientalmente, venta de todo tipo de productos, masificación en el atardecer, accidentes, impacto sobre el medio ambiente, basura y aparcamiento incontrolado por caminos y fincas. Estos son solo algunos de los problemas que presenta cada año la zona más ‘instagrameada’ de Ibiza: el mirador de Es Vedrà.
Alertados por varias quejas de los vecinos de la zona, el pasado 30 de marzo, es decir, mucho antes del inicio oficial de la temporada alta en Ibiza, varios miembros de la agrupación ecologista Amics de la Terra realizaron una visita a este lugar a la hora del atardecer. Ya entonces encontraron instalado un bar que vende mojitos a las personas que se congregan en esta zona. «Obviamente, la actividad es totalmente ilegal, sin ninguna autorización ni control sanitario, suponiendo un riesgo para la salud de los consumidores», explican.
Lamentablemente, esta situación va en aumento durante los meses de la temporada alta, cuando acuden cientos de personas para celebrar una fiesta en este espacio tan conocido. Para atender el incremento de demanda este bar llega a tener una barra de dos metros y hace una cuantiosa caja ya que suele subir el precio a 10 euros por bebida, explican desde la organización ecologista.
Amics de la Terra ha remitido una carta con todos estos problemas al Ayuntamiento de Sant Josep en la que explica que, aunque los vecinos llaman a la Policía Local durante los meses del verano, la ausencia de una respuesta adecuada por parte del Ayuntamiento «da muy mala imagen y deja en una situación de indefensión a los vecinos, causada por la invasión de coches en sus terrenos, y la reiterada ruptura de la puerta de acceso y de las cercas de sus fincas año tras año».
La carta la han remitido expresamente al alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, y a la concejala de Medio ambiente, Felicia Bocú, reclamándoles acción ante estos hechos.
Además de los abusos por parte de los promotores y del negocio ilegal, desde Amics de la Terra se muestran preocupados por el estado ambiental de la zona, que forma parte de la RED NATURA 2000 con un plan de gestión aprobado hace dos años.
«Parece que al Govern balear no le interesa asumir sus competencias al respecto. Evidentemente, cualquier intervención que realice el Ayuntamiento debe ser coherente con este plan. Por lo tanto, no se pueden ampliar las áreas de estacionamiento ni fomentar el acceso a aún más visitantes», alertan.
Lo que toca ahora es «reducir los impactos y ordenar y restringir esta masificación en este espacio de gran valor ambiental».
Amics de la Terra propone, en primer lugar, «que se persiga a los promotores de la venta ilegal, buscando soluciones para evitar que los espías de este negocio alerten a los vendedores cuando detectan la presencia de policías en la zona». Sugieren en este sentido enviar policías de «paisano» que pasen desapercibidos entre los turistas para poder así comprobar y corregir la situación.
Por otro lado, «hace falta aplicar medidas de control a los accesos, eliminar el estacionamiento en la entrada y estudiar alternativas para reducir la afluencia del público», añaden.
«Teniendo en cuenta que el 99% del territorio de Ibiza es de propiedad privada, es de suma importancia empezar a contemplar un trabajo conjunto de Administraciones públicas con propietarios de terrenos que se consolide dentro de proyectos de Custodia del Territorio. Esto es de especial importancia en el caso de áreas protegidas de gran valor ambiental como esta y que son por tanto muy vulnerables a los impactos de un lugar convertido en emblemático para los visitantes», añaden.
«No podemos seguir con esta situación, que produce impactos graves en el medio ambiente, implica riesgos para la salud de las personas y da una imagen pésima de nuestro patrimonio natural para los visitantes que realmente valoran la naturaleza», concluyen.
Gran control por parte del Govern Balear y todos los políticos y técnicos cobrando cada mes.