Ha empezado la temporada. Como todos los años, pelotones de temporeros empiezan nuevos trabajos en el sector hotelero. Como todos los años abundan los abusos empresariales. Nada que no sepamos ya: exceso de horas extra, nocturnidades y festivos que no aparecen en la nómina, salarios que no se corresponden con lo acordado, tareas que no corresponden con la categoría del contrato, deducciones de IRPF al mínimo para maquillar un salario bajo etc… En resumen, prácticas ilegales que vulneran la ley realizadas por aquellos que se creen impunes.
Porque tenemos que tener claro, los que trabajamos en el sector, que todas nuestras condiciones están estipuladas por ley, concretamente en el convenio de hostelería de las Islas Baleares. Descargable fácilmente en un PDF que conviene tener a mano para revisar siempre que tengamos una duda y entender que es una ley cuyo cumplimiento es obligatorio. No es negociable. Si en tu nómina falta un pago que te corresponde por convenio no dudes en reclamarlo, con carácter retroactivo si hace falta. Y si no obtienes resultados, acude al enlace sindical de la empresa, o directamente a un sindicato. Porque son derechos que han costado sangre, sudor y lágrimas conseguir: desde la huelga de la canadiense en 1919 hasta las huelgas de las kellys en 2019. Todas y cada una de las luchas obreras han conseguido, no sin sacrificio, que se construya un marco legal en el que los trabajadores tenemos unos derechos básicos que no debemos dejar que nos arrebaten.
Por lo tanto, cabe recordar que las horas extra son siempre voluntarias, no te pueden obligar a hacerlas. Que las horas nocturnas tienen un suplemento. Trabajar en festivos tiene que verse reflejado a final de mes. Y si en cualquier caso percibes que falta algún pago en tu nómina, no dudes en reclamarlo. No te pueden despedir por ello, y dada la situación actual en Ibiza, tampoco quieren despedirte por ello. Es un hecho que la situación habitacional en la isla es un drama, pero si algo tiene de positivo es que un trabajador hoy en día no es fácil de reemplazar. Así que se acabó aceptar como respuestas un “es lo que hay” o “ si no quieres trabajar aquí, puerta, que hay mucha gente esperando para trabajar en tu lugar”.
Lo que hay es una ley, y hay que cumplirla.