La rocambolesca historia del auge y caída de Locomía llega el próximo viernes a los cines de la mano de Kike Maíllo, que aborda desde la comedia emocional los orígenes de la banda de ‘electro dance’ nacida en Ibiza a finales de los 80 y la «lucha de egos» que acabó con ellos.
La película podrá verse en Ibiza en Multicines, donde se estrena el viernes y en principio con dos sesiones, a las 19 horas y a las 21.10 horas.
Disco, Ibiza, Locomía es el título de la película que el director describe como «una comedia, no estamos haciendo un homenaje a Locomía ni pretendemos explicar las bondades de su música», ha dicho Maíllo a EFE. «No es ‘Bohemian Rhapsody’ ni Locomía son Queen, aspirábamos a tener más libertad que los creadores de otros biopics».
La historia en sí es conocida, en parte gracias a un documental estrenado hace dos años en Movistar Plus+. Maíllo estaba ya enfrascado en su guion, escrito junto a Marta Libertad, cuando le ofrecieron participar en ese documental pero prefirió centrarse en su película, afirma.
Locomía nació en 1984 como un proyecto de moda liderado por Xavi Font -interpretado por Jaime Lorente-, junto a su hermano Luis, Manolo Arjona, el holandés Gard Passchier y Lurdes Iríbar, la desconocida quinta miembro de la banda original, diseñadora y corista, a la que da vida Blanca Suárez.
Vivían juntos en una casa que el filme refleja como una comuna de puertas abiertas donde reinaban el amor y la sexualidad libres, la creatividad, las drogas y las fiestas. Ahí nació su estética entre barroca y posmoderna, sus abanicos y hombreras XXL y sus zapatos de punta.
Una estética y actitud rupturistas que llamaron la atención de los responsables de la discoteca KU, que les contrató para animar sus fiestas. En una de ellas apareció el otro personaje clave en esta historia, el ejecutivo discográfico José Luis Gil (Alberto Amman), que les propuso cantar y les llevó a la cima del éxito, en España y en Latinoamérica.
Pero la relación entre Gil y Font era complicada y saltó definitivamente por los aires cuando estaban a punto de dar el salto a Estados Unidos.
«Xavi y los suyos eran un torrente de creatividad, pero ese mismo ego que crea es el que fagocita y no te deja crecer», dice Maíllo y recuerda que, guste o no, Locomía fue el primer grupo español en viajar a Latinoamérica, donde tuvo un éxito arrollador, y que a las puertas de entrar en el mercado latino estadounidense, «ellos mismos malogran el proyecto».
Siempre es complejo realizar ficciones sobre personalidades vivas, pero en este caso aún más, según Maíllo, porque «todavía hay asperezas y tensiones muy abiertas entre ellos».
El trabajo de Jaime Lorente para ponerse en la piel del líder de Locomía se ha basado fundamentalmente en el guion y en el arco temporal que abarca el filme y solo se reunió una vez con Font. «Es un tema que a él le sigue afectando de forma muy intensa y tiene un recuerdo un poco alterado de todo lo que sucedió», afirma.
En cuanto a la figura de Lurdes Iríbar, la actriz Blanca Suárez asegura que mucha gente aún desconoce a día de hoy la función que tenía en el grupo; era una de las fundadoras pero en el momento en que el grupo se profesionaliza y apuesta por la estrategia de la ambigüedad sexual para fomentar el fenómeno fan entre las adolescentes, su presencia empieza a ser molesta.
«Nos tenemos que poner en la piel de un grupo masculino en la década de los 80, principios de los 90 y que en esa estrategia ella ya no tenía cabida, se lo hicieron saber y desapareció», dice Suárez.
El director de ‘Toro’ (2016) o ‘El falsificador’ (2022) no cree que este sea un patrón del todo superado hoy en la industria musical.
«Hay cierta sensación de libertad, pero Ricky Martín o Miguel Bosé salen del armario cuando sus carreras están donde están (…), en cuanto entras en la dinámica de fans, en la cual hay una proyección del artista como proto-amante, por decirlo así, las industrias siguen jugando a ese juego».
EFE /Redacción