EFE / Redacción / La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha admitido que habló con el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y con otros ministros para afrontar la crisis del covid y no ha descartado que pudiera haber hablado también con su exasesor Koldo García, aunque ha negado tajantemente que lo hiciera para realizar un contrato con Soluciones de Gestión.
«No recuerdo todas las comunicaciones de hace cuatro años por eso no descarto que en esas conversaciones estuviera el señor García, pero lo que puedo descartar con toda rotundidad es que hablara con el señor García para la contratación de esta empresa», ha dicho Armengol en la comisión del Congreso que investiga presuntas irregularidades en la contratación de material sanitario durante la pandemia.
Se trata de la primera vez que una presidenta del Congreso comparece en una comisión de investigación parlamentaria y al inicio de su intervención ha señalado que se ha construido un «bulo» y que todos los contratos eran canalizados hacia los responsables del Servicio de Salud, «que evaluaban la conveniencia de cada una de las operaciones».
Ha dicho que quiere ser «muy clara» y que se comunicó tanto con el exministro de Transportes para hablar del cierre de puertos y aeropuertos como con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para comentar los ERTE o con la extitular de Economía Nadia Calviño para tratar sobre el parón de las empresas y las inversiones.
Armengol ha dicho que «jamás en la vida» ha intentado ayudar «a ninguna empresa». «Yo no soy de esas», le ha dicho al portavoz del PP en la comisión Koldo del Congreso Elías Bendodo, después de incidir en que transmitió personalmente tanto al ministro como en las reuniones de los consejos interterritoriales la necesidad de abastecimiento de mascarillas y material sanitario en Baleares, por su singularidad insular.
«Las decisiones las tomaban los órganos de contratación de forma autónoma y con criterios técnicos. Las propuestas (de contratos) eran técnicas, respaldadas por todas las instituciones», ha dicho tras señalar que todos los detalles de los expedientes «los he conocido ahora, para informar con mayor rigor posible».
Armengol ha recalcado que una presidenta de un gobierno autonómico «no está en la contratación de expedientes» y ha criticado que los populares hayan creado un «bulo» utilizado documentos que figuran en un expediente presentados «de forma aislada» y «fuera de contexto».
En calidad de expresidenta de Baleares ha negado que las mascarillas fueran falsas y ha explicado que se decidió comprar material de uso civil, como «stock de seguridad», porque había que asegurar una desescalada para poder abrir posteriormente «de forma segura».
Sobre la relación que tenía con el que fuera asesor de Ábalos, Armengol ha reconocido que le conocía porque le acompañó a Baleares en varias visitas y que de esta forma pudo tener comunicación con él, pero ha puntualizado que «no recuerda haber hablado para nada» de la empresa Soluciones de Gestión. De hecho, ha puntualizado que no compraron con esta empresa en una segunda ocasión que se les ofreció material sanitario y ha negado que esté en ninguna trama.
Negueruela afirma que ni él ni Armengol conocían la investigación de las mascarillas
Por su parte, el exconseller de Trabajo y Turismo del Govern balear Iago Negueruela (PSOE) ha afirmado que ni él ni ningún miembro del Consell de Govern ni la propia presidenta, Francina Armengol supieron que la Guardia Civil investigaba las mascarillas compradas a la empresa Soluciones de Gestión en el marco del caso Koldo.
Con ocasión de su comparecencia también en la comisión de investigación, Negueruela ha defendido la compra de las mascarillas para uso «civil y extrahospitalario», no para su empleo sanitario durante la pandemia de covid-19.
Negueruela ha defendido todo el proceso de contratación realizado por el ejecutivo de Armengol y ha sostenido que el Govern de Marga Prohens (PP) dejó caducar intencionadamente el expediente de reclamación activado por la administración socialista, en el que se solicitaba el pago de 2,6 millones de euros correspondiente a la diferencia del coste entre las mascarillas FFPP2 y las quirúrgicas entregadas.
Con ocasión de su respuesta a los grupos, Negueruela ha dicho que él nunca conoció ni tuvo contacto alguno con Koldo García. También ha subrayado que ningún conseller ni la presidenta supo de la investigación abierta por la Guardia Civil por esta compra, ni tampoco de la visita que los agentes de la UCO realizaron a la misma sede del Ib-Salut para recabar información.
Negueruela ha afirmado que «es muy difícil» recordar por el tiempo transcurrido quién fue la primera persona del Ministerio de Fomento que se puso en contacto con el entonces director de Presupuestos del Ib-Salut para ofrecerle una partida de mascarillas procedente de China y darle el contacto de Koldo García. Y ha subrayado que su partido es «el primero» interesado en que se aclare este caso.
Para el PP, representado en la comisión por el diputado ibicenco José Vicente Marí Bosó, el Govern permitió un «pufo» de casi 4 millones de euros en la compra de unas mascarillas a una trama «corrupta» que, finalmente, caducaron en un almacén.
El exdirector de Salud balear reconoce que contactó con Koldo pero desvincula a Armengol
A su vez, el exdirector general del Ib-Salut Manuel Palomino ha reconocido que contrató 1,4 millones de mascarillas con la empresa Soluciones de Gestión después de hablar con Koldo García y ha desvinculado a Francina Armengol de dicho contrato. «Ni por ésta (compra) ni por ninguna otra compra» tuvo conocimiento Armengol, ha incidido durante su comparecencia esta mañana en la comisión de investigación, donde ha recalcado que «en absoluto» fue presionado por la actual presidenta de la Cámara Baja.
Palomino ha explicado que fue el Ministerio de Fomento el que contactó con él para interesarse por la necesidad de mascarillas que pudiera tener Baleares. Sin especificar con quién habló, aunque ha precisado que no era un cargo político sino más bien funcionarial, ha dicho que el Ministerio le ofreció participar en una «gran importación» de material sanitario y le dio un teléfono de contacto, al que mandó personalmente un whatsapp.
«Yo contestaba que sí a todo el mundo y luego lo comprobábamos (el material) y ese whatsapp está para la justicia», ha dicho tras señalar que pidió a ese contacto que le pasara los datos técnicos de la «voluminosa» importación de mascarillas que se estaba organizando. Fue entonces cuando ha reconocido que le llamó Koldo García y se presentó como asesor del Ministerio, aunque ha dicho que cree recordar que solo habló una vez con él.
Palomino le dio su correo electrónico y su móvil para que le remitiera detalles de la empresa y fue posteriormente el responsable operativo de Soluciones de Gestión Iñigo Rotaeche quien le escribió.
El entonces director de presupuestos del IB-Salut, que posteriormente sería director general del Servicio de Salud balear, afirma que el contrato siguió el «procedimiento habitual» y que la empresa de Koldo le dio garantía porque ya había contratado con el Ministerio del Interior y con empresas públicas como Adif.
Además no les solicitaron el pago con antelación, como sí solicitaban la mayoría de los proveedores. «Fue una compra aceptada y consensuada en el equipo de compras», ha dicho tras recalcar que el lote de mascarillas recibió el aval tanto de las autoridades chinas como de dos auditorías.
Palomino ha desmentido que las mascarillas fueran para uso hospitalario y ha negado que se repartieran por los centros sanitarios. Ha señalado que tras comprobar que la calidad del filtrado era menor del contratado decidieron abrir una comunicación para decidir si eran válidas o no ya que habían pasado por dos auditorías y por la autorización de China.
Sin embargo ha señalado que al ser un expediente de emergencia era «muy compleja» la reclamación inmediata y pensaron que tenían un plazo de cuatro años por delante. «Si hubiéramos reclamado en ese momento no hubiéramos tenido el stock», ha dicho.
Durante toda su intervención, Palomino ha negado tener contactos con altos cargos del Ministerio de Transportes. «No tengo nada que ocultar, estoy bien tranquilo…ni aparecemos en el sumario», ha dicho. «Yo tengo derecho a ser respetado como honrado», ha puntualizado antes de indicar que desconocía lo que estaba investigando la Guardia Civil cuando acudió a la sede del IB-Salut.
venga armengol , que poquito a poquito se te va soltando la lengua .
A la carcel