EFE / Un total de 387 conductores perdieron el permiso de conducir el año pasado en Baleares al haber consumido la totalidad de los 12 puntos del carné.
Según la información facilitada a EFE por la Jefatura Provincial de Tráfico, 336 agotaron sus puntos y otros 51 restantes lo perdieron como consecuencia de resoluciones judiciales por penas superiores a dos años que les privaron de su derecho a ponerse al volante.
A lo largo de todo 2023 fueron sancionados en Baleares con la pérdida de puntos 19.491 conductores, de los que casi 2.000 fueron reincidentes.
En total, estas infracciones supusieron la pérdida conjunta de 88.739 puntos, lo que indica que cada conductor sancionado perdió una media de 4 puntos.
Los agentes de Tráfico contabilizaron en 2023 en todas las islas 196.730 infracciones, 26.000 más que las 170.065 de 2019, el año antes de la pandemia de la Covid-19.
De los 21 comportamientos que, según la Ley de Tráfico, conllevan la pérdida de puntos del carnet, el más frecuente, en 65.929 de los casos (una tercera parte), fue por exceso de velocidad en tramos controlados con radar.
Hasta 17.324 de los vehículos tenían la ITV caducada, 1.045 circulaban pese a no haberla superado, 3.784 carecían de seguro y 3.631 conductores se pusieron al volante pese a no tener el carné.
Tráfico multó a 3.381 conductores por circular sin llevar puesto el cinturón de seguridad, en otros 3.275 casos por conducir usando el teléfono móvil y 2.905 sanciones estuvieron relacionadas con la ingesta de alcohol por encima de la tasa permitida (0’5 g/l de alcohol en sangre).
Hasta 901 conductores fueron cazados por saltarse un ‘Stop’, 771 por comportamiento indebido, 558 por adelantamientos imprudentes, 477 por llevar drogas, 433 por conducir con auriculares, 394 por conducción negligente, 263 por no guardar la distancia de seguridad y 261 por no usar el sistema de retención infantil.
Otros 34 se negaron a practicar las pruebas de drogas o alcoholemia y 29 fueron multados por saltarse un semáforo en rojo.