La concentración del viernes en Ibiza contra la masificación, las mafias o los problemas de la vivienda y ambientales que sufre la isla ha tenido su eco en medios internacionales, principalmente británicos, pero también agencias de todo el mundo, periódicos alemanes e incluso chinos, que han publicado diversos artículos sobre la protesta y también sobre los problemas que hay tras ella, como la precariedad de los trabajadores que viven en asentamientos y el alto precio de los alquileres que obliga a a compartir piso en condiciones que no siempre son adecuadas. También recuerdan las protestas en Canarias y otros añaden la protesta en Mallorca que reunió a 10.000 personas el sábado.
Daily Express titula: Sentimiento anti-turista ‘peligroso’ mientras Ibiza se convierte en la última isla en protestar por la masificación, en un reportaje en el que se hacen eco de que los habitantes de Ibiza «se unen al creciente coro de personas hartas de que sus hogares se vean invadidos por turistas».
«Los activistas afirman que la masificación ha obligado a los trabajadores de la isla a compartir habitaciones con hasta seis personas y que los residentes ahora viven en caravanas debido a los precios desorbitados de las propiedades», añade el medio.
Y subrayan que estas protestas, no solo la de Ibiza, pueden tener consecuencias: «Steve Heapy, el CEO de Jet2 y Jet2 Holidays, advirtió el martes que España está en riesgo por un sentimiento anti-turista que podría afectar su reputación a largo plazo«. «Si se da la impresión de que los turistas no son bienvenidos, se irán», añadió el CEO, según recoge el medio.
INEWS UK también recoge la precariedad y las protestas pero de una manera más objetiva: La activista Xaquelina Perry, originaria de Wolverhampton pero que ha vivido en la isla durante 40 años, explica a este medio que las protestas no son contra el turismo en Ibiza, sino más bien un llamamiento para que se gestione mejor. «No estamos diciendo que no queremos turistas, lo que queremos es cambiar el modelo de turismo. Queremos que la gente venga aquí para disfrutar de nuestros hermosos pueblos, nuestras hermosas calas, nuestras hermosas playas. Somos Patrimonio Mundial de la Unesco. Tenemos mucho más que ofrecer que discotecas y bebida”, dice Perry a INEWS.
«Los trabajadores en la isla española están viviendo en habitaciones con hasta seis literas y camas calientes, mientras que los residentes se ven obligados a vivir en caravanas debido al aumento de los costos de alojamiento impulsados por el turismo masivo, según los activistas», aseveran.
The Guardian, por su parte, ha publicado un reportaje en profundidad sobre la situación de los trabajadores que no encuentran vivienda asequible y viven en asentamientos.
«En un caluroso y polvoriento aparcamiento con vistas al casco antiguo de Ibiza, pero a años luz de los clubes hedonistas y las villas bordeadas de buganvillas de la isla balear, Ami Mohamed-Ali se sienta en su furgoneta, preparando pacientemente la primera de tres tazas de té fuerte de la tarde». Así arranca el texto que recorre la historia de este y otros trabajadores que viven como él.
«Mohamed-Ali es uno de un número creciente de residentes y trabajadores extranjeros que se encuentran fuera del mercado de alquiler de Ibiza. Ante los alquileres exorbitantes para viviendas pequeñas y compartidas, muchos no tienen más opción que vivir en furgonetas, caravanas o tiendas de campaña», añade el reportaje.
“En los últimos cinco años, pero principalmente desde la pandemia, la gente ha sentido que todo está sobresaturado, que hay más y más turistas, y eso lleva a que las carreteras y los servicios públicos se sobrecarguen”, dice Rafael Giménez, de Prou, en el reportaje, en un texto que, al menos, huye de amarillismos y matiza que «Prou Eivissa no está en contra del turismo. El problema, dice, es el turismo excesivo», como también denuncian en Canarias.
“El turismo siempre ha estado aquí pero había un equilibrio”, dice Giménez. “No es que no queramos turismo; ese no es el caso en absoluto. Pero cuando comienza a afectar directamente tu vida, las cosas se han descontrolado”.
Iván Fidalgo, un oficial de la Guardia Civil y coordinador local de la Asociación Española de Guardias Civiles, también habla para The Guardian y dice: «la falta de vivienda asequible en Ibiza hace que la vida sea muy difícil para los trabajadores del sector público. Nadie quiere ser destinado aquí”. “Nadie en su sano juicio va a querer venir a vivir y trabajar en Ibiza porque no encontrarán ningún lugar donde vivir”, añade.
Daily Mail recoge también la protesta del viernes, aunque mezcla asuntos como la prohibición de beber en la calle en Sant Antoni con los motivos de la protesta: «Hasta 1.000 manifestantes han marchado contra el turismo masivo en Ibiza en medio de una reacción contra los turistas británicos que beben en exceso. Los activistas levantaron pancartas que decían «No queremos una isla de cemento» y «Turismo, sí, pero no así» mientras se reunían frente a la sede del Consell de la isla».
«Las demandas de los manifestantes incluyen un límite en el número de vehículos que pueden entrar en la isla en verano y una prohibición del uso de dinero de los contribuyentes para promocionar Ibiza como destino turístico», añaden.
«Nuestro hermosa isla está en peligro. Las aglomeraciones de turistas no solo afectan nuestra calidad de vida, sino también a la belleza y autenticidad que hace de Ibiza un lugar tan especial. La sobrepoblación turística hace que el costo de vida sea inalcanzable para muchos residentes», recoge el medio de declaraciones de los manifestantes.
«Luchamos por una Ibiza donde todos podamos vivir con dignidad. Es hora de alzar nuestras voces y proteger nuestro hogar», concluyen.
Y dingun político que dimite
Qué sigan publicando…a ver si hay suerte y dejan de venir ya los guiris…
Y de que vas a trabajar? Las islas fueron, son y serán del turismo. La solución pasa por otro lado.
Son precisamente los británicos de los últimos 30 años los que han contribuido a este sentimiento.
Cuando empezó el turismo en IBIZA los turistas británicos eran «señores», hoy son, la mayoría, unos borrachos,drogados, alborotadores y así un largo etc.
Se arregla fácil, los turistas en hoteles que es donde tiene que ir y con las plazas que hay, cuando se llenan no se cogen más hasta que haya vacantes.
Es como en el tren, se venden los asientos que hsy pero no se venden los lugares de los trabajadores o el maquinista.
Se venden las plazas hoteleras que hay y punto.