La Policía Nacional ha enviado a las islas un contingente policial dentro de la “Operación verano 2024” «para dar una respuesta adecuada en la prevención y persecución de los delitos que se cometen en las islas con motivo de la llegada masiva de turistas y que desarrollarán su cometido en Ibiza, Mallorca y Menorca», destacan en un comunicado.
En Ibiza han llegado un subgrupo de Unidades de Prevención y Reacción (UPR) de la Península y de forma periódica y durante el verano se sumarán unidades de Motos y UPR de Palma.
Los refuerzos se encargarán de patrullar las calles para la prevención de la seguridad ciudadana y en su caso del orden público con referencia a las Unidades de Intervención Policial (UIP) y UPR.
La Brigada Móvil tendrá especial incidencia en los medios de transportes, tanto en el trayecto de los ferris que transportan pasajeros desde la península y entre islas.
La rigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina BRIC llevará a cabo su función con apoyo a los aeropuertos y Brigada de Extranjería, así como el control de puertos deportivos. El resto de unidades apoyaran atendiendo a su especialidad.
Más de 100 detenidos la mayoría —in fraganti— por hurtos con diferentes modalidades delictivas
Hasta el momento los agentes de la Policía Nacional que integran la “Operación verano”, formada por unidades de paisano y uniformadas, han detenido a más de 100 personas, la mayoría de ellas por hurtos de diferente especialidad, tanto carteristas como descuideros, siendo la mayoría de las detenciones in fraganti, siendo el origen de los detenidos muy variado pertenecientes a varias nacionalidades.
La tipología delictiva que nos encontramos es primordialmente el hurto, con carteristas y descuideros, siendo la zona de actuación en la arena de la playa por las noches, aprovechando que los turistas acuden a la playa para bañarse, mantener relaciones o reunirse en grupo aprovechando el entorno del litoral.
También se producen hurtos en los establecimientos hoteleros a clientes que dejan sus pertenencias en las inmediaciones de la recepción o entrada al hotel, aprovechando un descuido para sustraer bolsos y mochilas. Esta circunstancia también se produce cuando los turistas se encuentran en establecimientos de restauración y dejan los bolsos y bandoleras colgadas de las sillas, siendo sustraídas por parte de los malhechores de forma rápida y sigilosa.
Del mismo modo se producen hurtos de día en la playa a bañistas y por la noche a turistas que se encuentran en estado de embriaguez y se dirigen a sus hoteles.
De forma subsidiaria y menos habitual se producen otros delitos como robos con violencia e intimidación, agresiones y estafas, sin olvidar como es obvio el tráfico de drogas, predominantemente marihuana, que se ofrece en la vía pública a los turistas.
Respecto a la zona centro lo más habitual son los carteristas que seleccionan a sus víctimas y les sustraen las carteras del interior de los bolsillos de los pantalones, bolsos y mochilas, de forma discreta y cautelosa, sin que las víctimas se percaten de ellos.
En las zonas aeroportuarias de las tres islas se reforzará el control fronterizo con aumento de servicios, así como la seguridad ciudadana sobre todo en la prevención de delitos, la mayoría de ellos por hurto, además del control del orden público.