R. Beltrán/ La amenazante frase de Winter is coming (‘Se acerca el invierno’) que repiten hasta la náusea los personajes de ‘Juego de Tronos’ no surgió en Invernalia ni en Desembarco del Rey: nació en la España cañí, a la que el horario del invierno nos da más miedo que un nublao.
Y todo se lo debemos al mismo señor al que se le conoce por sus pantanos y sus penas de muerte. Porque Franco era un tipo multifacético, que igual te hacía un despliegue de obra pública que dejaba ojipláticos a los españolitos, que se pasaba por el garrote vil a unos cuantos individuos molestos que no aplaudían con fervor cuando inauguraba sus Grandes Construcciones (ahora que lo pienso, cuánto habría gozado Paco con el programa del Discovery).
Un buen día, Franco quiso hacerse amigo de Hitler, aunque el austríaco ya le había hecho un par de feos, pues estaba demasiado liado con los tejemanejes del Tercer Reich como para atender al español plasta que estaba llamándole por teléfono todo el día. Así, para llamar su atención y que Hitler estuviera contento, Franco adelantó una hora todos los relojes patrios, para que España se alineara cronológicamente con Alemania y los territorios ocupados. A partir de este momento, perdimos la hora del meridiano de Greenwich, que es la que nos corresponde geográficamente, y adoptamos la conocida como GMT+1:00, es decir, la que le dio la gana a Franco porque quería parecerse a Adolf, o Adolfo, que el franquismo era muy de traducirlo todo.
Llega la hora alemana y el desbarajuste solar
A partir de 1942 vemos en nuestros relojes la hora alemana en lugar de la inglesa, la portuguesa o la canaria, que sería la que nos corresponde. De no haber ocurrido esto, la frase “una hora menos en Canarias” jamás se habría pronunciado y, lo que es más grave, las costumbres españolas, caóticas de por sí, estarían más adecuadas al sol de lo que están ahora, ya que si las 12h del mediodía ha de ser el momento en el que el sol está más alto, en España eso ocurre entre las 13h y las 14h.
Esto se traduce en un sindiós en el horario de las comidas. Si en Europa se come a las 12h, el momento más cálido y luminoso del día, y se cena antes de las 20h, aquí nos inventamos el vermut para darle tiempo al sol a escalar a lo más alto y cenamos, si cenamos, a la hora en la que los ordenados europeos ya están planchando oreja.
¡Voto a bríos por la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles!
La Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (sí, les juro que existe) lleva años luchando por restituir en España el horario que regía antes de la chiquillada que se le ocurrió a Franco y han solicitado a los dos últimos presidentes, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, que devuelvan el país al horario que le corresponde, algo que no supondría coste alguno y que, según este organismo, facilitaría la adaptación a los horarios europeos (reduciría la pausa para la comida en los trabajos y la escuela, formentaría la jornada continua y las ojeras se nos aclararían un poco).
¿Por qué Franco montó todo este percal para que Hitler siguiera pasando de él? Siempre he mantenido la teoría de que la gente bajita guarda dentro de sí un rencor que le impele a hacer cosas raras e inesperadas. Pero eso lo dejaremos para otro artículo, que tengo que ir a cambiar la hora.
Muy buen artículo. Me gusta.
Que artículo más carente de rigor históríco y sinceramente hecho desde el desconocimiento y la falta de visión de la realidad del lugar desde donde se ha escrito, Ibiza.
Berlín se sitúa justo al borde del cambio de uso horario de GMT+2:00h., biçen podría estar en esa franja incluso.
Ibiza, si está en zona GMT+1:00h., me gustaría ver la opinión una vez se aplicase ese cambio cuando en Ibiza, en pleno diciembre empezace a anochecer pasadas las 3 de la tarde, ahora,en Galícia seguro que estarían muy contentos…
«Siempre he mantenido la teoría de que la gente bajita guarda dentro de sí un rencor que le impele a hacer cosas raras e inesperadas». Lo más cierto de todo el artículo.