El PSOE de la ciudad de Eivissa denuncia públicamente el estado de abandono en el que, según ellos, se encuentran las vías de circulación de la ciudad por falta de mantenimiento. La banda liderada (es un decir) por Rafa Ruiz, expulsada de Can Botino tras las elecciones municipales de mayo del año pasado, han caído ahora en que el asfalto de las calles de Vila presenta desconchados, zonas cuarteadas, hundimientos y que los principales accesos a la capital están “llenos de hoyos”. No como hace un año escaso, cuando todo el mundo en Ibiza recuerda el fabuloso estado de conservación y mantenimiento del pavimento de las calles del municipio, emblema y ejemplo para el resto del mundo de cuidado y atención por parte del Ajuntament d’Eivissa, cuando estaba gobernado (es un decir) por PSOE y Unidas Podemos.
Desde luego, es responsabilidad del actual alcalde, Rafa Triguero, que todavía no lleva un año en el despacho de primer edil, que las calles de Vila no parezcan las de Járkov o Rafah. Pero que la cuchipandi tuitera del calamitoso exalcalde Rafa Ruiz, posiblemente el mayor inepto que ha gobernado la ciudad en democracia, –y ya es decir–, critique el estado de conservación de la banda de rodadura de las calles del municipio es de chiste. Ojeen ustedes el estercolero de Twitter, o comoquiera que esa mierda se llame ahora, y verán que en la cuenta de PSOE- Ciutat d’Eivissa (@PSOE_Eivissa) han publicado fotos de los desperfectos observados. No hace falta ser un perito ingeniero de caminos para caer en la cuenta de que tales roturas tienen una antigüedad bastante mayor a los doce meses que hace que la cuchipandi tuitera fue desalojada del poder, bendita la hora.
Claro que hay que exigir a Rafa Triguero y a su equipo de gobierno municipal del PP que hagan su trabajo y que Vila deje de ser la cochambrosa ciudad que fue entre 2015 y 2023. Es su responsabilidad y cobran por ello. Pero que sean los socialistas quienes hipócrita y falsamente denuncien los estragos que ellos causaron, con fotos de desperfectos que ya estaban cuando Elena López era concejala de Vías Públicas, es una absoluta tomadura de pelo propia de aquellos que durante su jornada laboral se dedicaban a abrir cuentas de Twitter para mofarse y criticar a un medio de comunicación impreso en papel. Vamos, a ser la máquina del fango que ahora denuncia Pedro Sánchez para señalar a todo el que se atreva a criticar la corrupción estructural del PSOE.